La CHE expedienta en 5 años a 185 empresas y consistorios en Lleida, un 14% por vertidos

La Confederación Hidrográfica del Ebro ha incoado en los últimos cinco años 185 expedientes sancionadores en Lleida, 36 de los cuales en el último año, según figura en la memoria del organismo de cuenca referente a 2018. En el conjunto del Ebro y sus afluentes fueron 908 expedientes abiertos el año pasado, tanto a ayuntamientos como a particulares y empresas. Alrededor de un 14% de los expedientes se abrieron contra vertidos contaminantes, un porcentaje que puede extrapolarse a Lleida, situada en la cuenca catalana del Ebro.

Sin embargo, la mayor infracción detectada fue la derivación o alumbramiento de agua (extracción a la superficie de aguas subterráneas) ilegales, lo que supuso el año pasado el inicio de 158 expedientes sancionadores en todo el Ebro. En segundo lugar, con 147 casos registrados, la mayor infracción fue a causa de obras sin autorización preceptiva del organismo de cuenca y el tercer lugar (132) fueron los vertidos ilegales en aguas públicas. En el último lustro, según datos de la CHE, 2016 fue el año en que se levantaron un mayor número de expedientes, con un total de 47. En 2017 fueron 45; 29 en 2015 y 28 en 2014.

Lleida tiene un centenar de sistemas de saneamiento pero desde 2015 no se construye ninguno

Para el conjunto de la cuenca, otras causas que derivan en procedimiento de multa son los vertidos de residuos sólidos, la navegación en cauce público sin permiso (ver SEGRE de ayer); la invasión de cauce público o la corta de vegetación. Los procedimientos de infracción en Lleida son los más numerosos de Catalunya (52 en total), dado que todo el territorio leridano se ubica en la cuenca del Ebro (como buena parte del de Tarragona).

La Agència Catalana de l’Aigua, que depende de la Generalitat, tiene su propio registro de denuncias (muchas de las cuales coinciden con las de la CHE) y estima que entre 2017 y lo que va de 2019 se han llevado a cabo hasta 37 requerimientos en Lleida por hechos vinculados al buen estado de las aguas. En concreto, según fuentes del organismo de cuenca catalán, se ha requerido para la minimización, la reducción de aguas blancas o para que un ayuntamiento intervenga sobre vertidos industriales de su competencia que se producen en la red de alcantarillado.

En Lleida hay actualmente un centenar de depuradoras que sanean las aguas de un 80% de la población. El 20% restante figura en parte en dos planes del ACA en 2021 y en 2027. Una de las últimas depuradoras en ponerse en marcha en Lleida fue la de Alguaire, en el año 2015.

Un 80% de la población tiene sistemas de depuración Lleida cuenta actualmente con alrededor de un centenar de depuradoras (en Catalunya hay 500) que sanean las aguas de un 80% de la población. Sin embargo, las últimas depuradoras se estrenaron en Lleida en 2015 (Alguaire y Térmens) y desde entonces solo hay una en el horizonte, la de Alcoletge, cuyas obras se paralizaron en 2012 y sigue en el aire. En 2011, el proceso de saneamiento cubría al 75% de la población en Lleida después de que aquel año y el anterior se pusieran en marcha hasta 15 depuradoras. En cambio, en los últimos ocho años a penas se ha avanzando.