Interruptores gigantes construidos hace un siglo, a la entrada de Talarn

Dos grandes piezas de metal y cerámica de más de cuatro metros de altura coronan el montículo a la entrada de Talarn desde la carretera C-13. Se trata de dos antiguos disyuntores construidos a principios del siglo XX, que desempeñaban las funciones de gigantescos interruptores móviles. Montados sobre raíles, servían para interrumpir y conectar el paso de la electricidad en una central hidroeléctrica hace más de un siglo. Eran propiedad de la compañía eléctrica Endesa, que los ha cedido al ayuntamiento para que este los exponga al aire libre.

Este mirador a la entrada de Talarn tiene vistas al pueblo y a la presa de Sant Antoni. El consistorio ha iniciado trabajos para acondicionar el entorno y prevé reparar daños en uno de los disyuntores. Exponerlos forma parte de la divulgación del patrimonio industrial de la zona, que incluye el Espai Patrimonial de la Central Hidroelèctrica de Talarn. Tras el centenario de las primeras centrales en el Pirineo, este y otros municipios con presas reivindican de este modo su aportación al progreso de Catalunya.

La alcaldesa de Talarn, Inés Moré, explicó que Endesa también cede al ayuntamiento unos transformadores eléctricos de gran tamaño en desuso. Tras considerar la idea de instalar uno en el montículo donde están los disyuntores y descartarla por su alto coste, los expondrán en el Espai Patrimonial.