El oso Goiat devora una oveja en una granja a menos de 100 metros de un pueblo de Aran

Un nuevo ataque a ganado del oso Goiat ha aumentado la preocupación en la Val d’Aran por el comportamiento de este ejemplar, conocido ya por una voracidad fuera de lo habitual. La noche del viernes devoró una oveja protegida tras un cercado electrificado (pastor eléctrico) en una granja en el municipio de Arres, entre los núcleos de Arres de Jos y Arres de Sus y a menos de cien metros de este último. Así lo corroboraron ayer fuentes del Conselh Generau, que indicaron que nunca antes se había acercado tanto a un área habitada y recalcaron que esto supone un cambio en la conducta de este animal. Esta predación llega antes de la subida de los rebaños a los pastos de cotas altas, cuando los agrupan bajo la vigilancia de pastores.

El ataque en Arres ha ido precedido de tres ataques en granjas en territorio francés. En una de ellas devoró un cerdo, algo también inédito. El Síndic de Aran, Carlos Barrera, ha instado a la Generalitat a verificar las predaciones en Francia en una carta al director general de Medio Natural, Ferran Miralles. En esta misiva informa de otros dos ataques este año en Arres y Bausen, con una oveja, un cordero y un potro muertos. Asimismo, pide una reunión para decidir el futuro de Goiat y establecer si, de acuerdo con el protocolo de intervención de osos en el Pirineo, es el momento de expulsarlo de la cordillera.

En la última semana, personal del Conselh había puesto ya en marcha medidas de aversión previstas en este protocolo para tratar de corregir la conducta de Goiat. Le siguieron gracias a la señal del collar GPS que el oso lleva consigo y, en al menos dos ocasiones, detonaron pirotecnia para disuadirle cuando se aproximaba a ganado. Probablemente, esto evitó un mayor número de ataques.

Ahora el Conselh pide reunir a la comisión de expertos que incluye a la administración aranesa, las comunidades pirenaicas y los gobiernos de España y Francia. Todos suscribieron en noviembre el protocolo de intervención, y deberán determinar si las medidas de aversión pueden considerarse ya cumplimentadas. Si verifican que no tienen éxito, esto supondrá pasar a la tercera y última etapa del protocolo: la captura y la expulsión de Goiat del Pirineo.