Relevado el mosén de Tarrès por aplicar una doctrina desviada sobre el sexo

El Arzobispado de Tarragona relevará el martes de sus funciones a tres clérigos de la clausurada asociación Seminario del Pueblo de Dios que ejercen en varias parroquias de la archidiócesis, entre ellos Miquel Barcos, mosén de Santa Maria Assumpta de Tarrés (en Les Garrigues pero perteneciente a la diócesis tarraconense). Los tres, junto con catorce religiosos más de Cataluña que habían formado parte de la asociación, están siendo investigados por un tribunal eclesiástico constituido en Vic por delitos canónicos. Les atribuyen prácticas sectarias y doctrina sexual dudosa, dado que la asociación permitía el sexo sin considerarlo pecado. Según informa el Arzobispado a través de un comunicado, el tribunal nombrado directamente por el Vaticano para juzgar las acusaciones ha decretado cautelarmente “la prohibición del ejercicio público del ministerio sagrado” hasta que no llegue la sentencia canónica.

Aunque el arzobispo Jaume Pujol pidió a la Santa Sede que se suspendiera la medida cautelar, pocos días antes de hacer el relevo episcopal se recibió la respuesta negativa a esta petición, y el arzobispo Pujol, ya como administrador apostólico, comunicó el 7 de junio a los afectados que tenían que finalizar su servicio en las parroquias el día 25 de junio. Por este motivo, el arzobispo Joan Planellas ha relevado a los tres clérigos de sus cargos y ha nombrado a mosén Simó Gras administrador de las parroquias de Santa Maria Magdalena de Blancafort, de Santa Maria de Solivella y de la Transfiguración del Señor de Pira (y Olleros); mosén Víctor Mosquera Ramos administrador de las parroquias de la Asunción de Alcover, de Sant Pere ad Vincula de Mont-ral, de Sant Andreu de Farena, de Santa Úrsula del Milà, de Santa Maria Magdalena de la Masó, de Sant Nicolau de la Riba, de Sant Salvador de Picamoixons y de Sant Simó de Fontscaldes; y mosén Marcus Vinicius Teixeira Araújo administrador de las parroquias de la Transfiguración del Señor de Vimbodí, de Santa Maria Assumpta de Tarrés y de Sant Joan Baptista de Vallclara.

Según el Arzobispado, si en algún momento del proceso canónico aparecieran indicios de delito del ámbito penal civil, se comunicaría a la autoridad judicial del Estado. Por otra parte, la institución eclesiástica señala que la acusación no implica condena y que hay que respetar la presunción de inocencia de los acusados, y, si al fin del proceso fueran declarados inocentes, se les reintegraría a otras tareas pastorales.

Las medidas cautelares y los nombramientos mencionados entrarán en vigor el próximo martes. El arzobispo Joan Planellas “encomienda a Dios tanto los mosenes como a las parroquias afectadas, al mismo tiempo que agradece los servicios, la colaboración y la comprensión de todo el mundo”.

El pasado mes de abril se conoció que el Vaticano ha llevado a los tribunales eclesiásticos diecisiete capellanes de Cataluña, tres de Lleida y cuatro de La Seu, por las prácticas sectarias y la doctrina sexual dudosa que llevaban a cabo en el Seminario Pueblo de Dios (SPD).