Condenan a tres años de prisión al acusado de agredir a un hombre con una copa de cristal rota en el cuello, en Alfarràs

La Audiencia de Lleida ha condenado a tres años de prisión A .Z., un hombre de 37 años, nacionalidad marroquí y vecino de Alfarràs (Segrià), para haber agredido a otro vecino del mismo municipio, de 53 años, con una copa de cristal rota en el cuello, durante una discusión en un bar, porque hacía frío y el acusado no cerraba la puerta.

El ministerio público consideraba que el hombre atacó a la víctima "con la intención de matarlo" y que le clavó el cristal con fuerza en el cuello mientras lo llamaba 'quieres que te mate?'. La Audiencia de Lleida, entiende que esta expresión responde a una advertencia pero no a una amenaza y que el objetivo del acusado no era matar a la víctima sino "menoscabar su integridad física". Según la sentencia, no ha quedado demostrado que el acusado rompiera intencionadamente la copa, y recoge que la causa del ataque fue "banal" y la herida no tenía riesgo vital. Por todo eso, lo condena por un delito de lesiones.

Además de la pena de prisión, la Audiencia de Lleida prohíbe al acusado acercarse a menos de 100 metros de la víctima durante cuatro años y ordena indemnizarla con 10.030 euros, tal como pedía el ministerio público por las secuelas sufridas.

Los hechos pasaron la noche del 10 de febrero de 2018 en la puerta de un bar. Según los implicados y los testimonios, la discusión fue porque el grupo de la víctima que cenaba en el bar quería que el acusado cerrara la puerta porque hacía frío pero él no dejaba de abrirla y la cerró. El acusado de la agresión negó haber atacado intencionadamente a la víctima ni haberla amenazado. "Quizás lo toqué sin querer, pero no quería que pasara", dijo durante su declaración judicial. La víctima, en cambio, aseguró que el acusado rompió intencionadamente la copa y que le clavó mientras le preguntaba "que quieres que te mate".

El acusado declaró que estaba a fuera del bar fumando, con un cigarro en una mano y una copa en el otro, cuando alguien que no supo identificar lo cogió por detrás y lo empujó. En aquel momento, dijo, "choqué contra la pared y vi que me había hecho daño a la mano y que tenía sangre", pero aseguró que en ningún momento pensó que le hubiera hecho daño a la víctima. La Audiencia, pero, en su sentencia, no mujer credibilidad al acusado y sí a la víctima, que declaró que cuando le reprochó al acusado que no cerrara la puerta, este le tiró el contenido de la copa que llevaba a la cara, lo empujó hacia fuera del bar y le clavó una copa rotura en el cuello. Por la sala, sin embargo, no ha quedado demostrado que el acusado rompiera la copa a propósito con el objetivo de matar a la víctima.