Servicios mínimos y sabotaje el primer día de huelga indefinida de basura en la Noguera

La plantilla de quince trabajadores de la recogida de basura de la Noguera comenzó ayer la huelga indefinida, tras un primer paro la semana pasada. La inició con el sabotaje de camiones que debían cubrir los servicios mínimos por primera vez tras cinco días sin recogida. Dos de los cuatro vehículos que debían cubrir las rutas de sur de la comarca no pudieron salir y los llevaron a talleres para arreglar las grúas elevadoras, según fuentes de Fomento de Construcciones y Contratas (FCC). Los otros dos sí recorrieron la ruta de Àger, en la zona norte, para recoger la fracción resto, la orgánica y el papel. Lo hicieron tras la intervención de los Mossos en la deixalleria, donde consiguieron desbloquear la entrada a este equipamiento.

Por su parte, el gerente del ente comarcal, Jordi Oronich, apuntó que los pueblos más afectados por la acumulación de basura eran los de las rutas de Artesa de Segre y Ponts, con contenedores desbordados. Pidió cumplir los servicios mínimos, dado que la semana pasada no los hubo, y ayer solo se cumplieron en parte. De hecho, explicó que ya enviaron un requerimiento a los trabajadores para exigirlos. En Balaguer, el primer edil, Jordi Ignasi Vidal, dijo que la fracción resto se ha llevado al vertedero de Tàrrega y que “la ciudad comienza a estar saturada de basura tras un fin de semana de fiestas”.

La empresa ofreció un incremento de 120 euros al mes durante un año y la plantilla lo ve ‘insuficiente’

Por su parte, fuentes de FCC aseguraron que la firma está abierta a negociar con la planilla. “Estamos comprometidos a llegar a una solución beneficiosa para todos”, dijeron. Recordó que ofrecieron a los trabajadores un aumento salarial de 120 euros brutos al mes durante un año. Sin embargo, el delegado de la plantilla, Jordi Hernández, apuntó que esta oferta estaba muy por debajo de sus expectativas y exigieron que el consell comarcal se implique para desbloquear la situación. Precisamente, el consejo de alcaldes se reunió anoche para abordar esta cuestión, pero se limitaron a considerarla como un conflicto laboral entre la empresa y sus empleados. Instaron a ambas partes a alcanzar un acuerdo y exigieron cumplir los servicios mínimos. Mientras se celebraba la sesión, trabajadores se manifestaron ante la sede del consell. Oronich recordó que, si la situación se prolonga y no se cumplen los servicios mínimos, es posible rescindir el contrato.