Un exmilitar de Talarn acepta 15 años por un asesinato homófobo

Un neonazi que estuvo destinado en la base militar de Talarn admitió ayer ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Barcelona que en marzo de 2000 cometió un asesinato homófobo en Montgat, en el Maresme, crimen por el que fue detenido en Colombia en septiembre de 2017 y extraditado a España un año después. El homicida, Cristian A.G.C., de nacionalidad colombiana, reconoció, en la primera sesión del juicio, que mató a un hombre con un cuchillo y que le dio “varias puñaladas”, por lo que aceptó 15 años de cárcel por un delito de asesinato, después de que la Fiscalía rebajara su petición inicial, que era de 20 años menos un día. El Ministerio Público considera que concurren una atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas y una agravante de odio y discriminación, ya que el acusado dejó consignas nazis en la escena del crimen. Según el escrito de la Fiscalía, los hechos ocurrieron el 8 de marzo de 2000, cuando el acusado acudió en tren a Montgat para encontrarse con la víctima, a quien había conocido a través de un anuncio en un periódico. La propia víctima recogió al acusado en la estación y fueron a su domicilio. El escrito de acusación señala que el asesino confeso, guiado “por el único desprecio que sentía hacia la orientación homosexual” de la víctima, le agredió con 17 puñaladas que le causaron la muerte. Además, le colocó una margarita en la oreja derecha y escribió con sangre del fallecido en una pared “Hitler tenía razón” y “KKK”, en referencia al Ku Klux Klan. Un testigo explicó en el juicio que halló el cadáver de la víctima y que la situación le pareció “surrealista”. Según la Fiscalía, la víctima no tenía capacidad de defenderse al estar desnuda, desarmada, confiada y afectada por el alcohol, y el ataque fue “despiadado, vil, desproporcionado y totalmente desafecto y apático al dolor y sufrimiento” de la víctima, que recibió todas las puñaladas en vida. El asesino, interno en la cárcel de Brians I, había sido soldado en Colombia y sirvió en el Ejército español entre 2007 y 2008 en la base de Talarn, es decir, 7 años después de cometer el crimen. Tenía antecedentes por agresión sexual, violencia doméstica y lesiones, además de difundir simbología nazi.