Mollerussa y Les Borges estudian contar al público de sus ferias localizando sus móviles

Organizadores de ferias en las comarcas de Lleida estudian contar de forma precisa el público que reciben mediante la localización de los smartphones con conexión a internet, hoy en día casi omnipresentes. Operadoras de telefonía móvil y empresas de servicios informáticos les proponen elaborar informes que, además de conocer el número de visitantes, incluyan información adicional como su procedencia y los trayectos que recorren una vez en el interior del recinto ferial. Lo hacen sin llegar a conocer la identidad de cada persona, únicamente mediante la dirección IP de cada teléfono: el número que identifica y distingue a cada dispositivo que accede a la red. En el último año, diferentes administraciones públicas han recurrido a esta tecnología para elaborar estudios basados en big data (ver claves).

El director de Fira Mollerussa, Xavier Roure, explicó que han recibido la propuesta de una operadora de telefonía para elaborar este tipo de informes en ferias de la capital del Pla y que valoran la posibilidad de recabar estos datos. Como paso previo, indicó, han contactado con el ayuntamiento de Sitges para conocer su experiencia con esta tecnología, basada en la localización anónima de móviles. El municipio barcelonés la usó para determinar cuáles las zonas de la localidad más frecuentadas por los turistas.

Planificar la promoción de ferias y establecer tarifas mayores por los stands en las zonas más frecuentadas

“Conocer cuáles son las zonas con más afluencia de visitantes nos permitiría establecer unas tarifas diferenciadas para los expositores, y cobrar más por los stands en las áreas más frecuentadas”, apuntó Roure a modo de ejemplo. En el caso de la Fira de l’Oli de Les Borges Blanques, el consistorio ha recibido también propuestas. Así lo reveló el concejal de Promoción Económica y responsable de ferias, Jordi Ribalta, en el pleno celebrado la semana pasada.

La capital de Les Garrigues tiene dos propuestas sobre la mesa: una de una operadora de telefonía que les ofrece conocer la procedencia de los visitantes; y otra de una firma de servicios informáticos que se limita precisar su número. La primera tendría un coste de unos 30.000 euros y la segunda, unos tres mil. Ribalta valoró que la primera es la más interesante, ya que “saber de dónde vienen los visitantes ayudaría a planificar la promoción de ferias”, aunque valoró que el precio es demasiado caro. En cuanto a la segunda, señaló que si bien es más barata, “aporta solo un número de visitantes”, algo que apenas contribuye a mejorar resultados.