Alcarràs expedienta a un colectivo de jóvenes por insultar al alcalde y amenaza con multas

El ayuntamiento de Alcarràs amenaza con multar a la asamblea de jóvenes La Garsa por insultar al alcalde, Manel Ezquerra (Sempre Alcarràs), en una fiesta que se celebró en agosto del año pasado, con motivo del segundo aniversario del colectivo. La sanción asciende a 1.400 euros y corresponde a dos infracciones de la ordenanza de civismo: una de 600 euros por molestar a los vecinos al tener la música a un volumen elevado y otra de 800 euros por insultos al primer edil.

El colectivo de jóvenes, que reúne a una treintena de vecinos y estaría vinculada a la CUP, rechazó las acusaciones y aseguró que bajaron el volumen de la música a la mitad a las 03.00 horas y que no tienen constancia de que se insultara a Ezquerra. Mientras, fuentes municipales señalaron que durante la fiesta se insultó al alcalde alrededor de las 04.30 horas, usando “un altavoz y un equipo de música cedido por el consistorio”. Algunos vecinos grabaron estos insultos. Además, el ayuntamiento tiene previsto abrir un segundo expediente a la agrupación.

El edificio, donde se reúnen ahora los jóvenes, se destinará a laboratorio de proyectos de bioeconomía

La entidad juvenil explicó que antes de ayer recibieron una notificación en que el ayuntamiento les advertía que tenían que dejar el espacio que ocupan actualmente en las antiguas escuelas en tres días “o se abrirá un proceso penal por usurpación del patrimonio municipal”. Desde el consistorio aseguraron que necesitan este espacio para el proyecto del laboratorio de proyectos de bioeconomía (Biolab) en el que participan otras ocho localidades del Segrià. Esta decisión afecta también a la coral y el cau, que serán reubicados y compartirán espacios con otras entidades. En este sentido, el ayuntamiento aseguró que al tener un expediente, La Garsa no puede beneficiarse de subvenciones económicas o en especies (como por ejemplo ocupar un local municipal).

Ayuntamiento y asociación se reunieron en varias ocasiones para “gestionar el conflicto”, aunque no llegaron a ningún acuerdo. El consistorio quiso saber quién había insultado a Ezquerra y la entidad explicó que publicó un comunicado “rechazando cualquier insulto que, en un hipotético caso, se hubiese podido producir, aunque el alcalde consideró que no era suficiente”. Mientras, el ayuntamiento explicó que los jóvenes dijeron que “sabían quién había sido, aunque no lo dirían”.

Por su parte, la asamblea ha presentado alegaciones al proceso sancionador, que se encuentra en fase de instrucción.