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TRIBUNALES SENTENCIA

Condena de 3 años de prisión para la canguro que dejó que abusaran de una niña en Bellvís

El Tribunal Supremo ratifica la pena impuesta por la Audiencia de Lleida, que le impuso otros 5 años de libertad vigilada || Los Mossos observaron cómo vigilaba para que no descubrieran al pederasta

La condenada declaró por videoconferencia desde un juzgado de Rumanía.

La condenada declaró por videoconferencia desde un juzgado de Rumanía.ACN

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El Tribunal Supremo ha condenado a tres años y un día de prisión y a otros cinco años de libertad vigilada a una canguro por dejar que un anciano abusara sexualmente de la niña a la que cuidaba en Bellvís. La sala de lo Penal del Supremo desestima el recurso de casación presentado por la acusada y ratifica la sentencia de la Audiencia de Lleida, en un juicio que se celebró hace un año. El autor de los abusos, un anciano de casi 90 años, no fue juzgado por su deterioro cognitivo (ver desglose). Los abusos se cometieron en marzo de 2015 en la terraza de un bar de Bellvís.

La acusada recurrió la sentencia al considerar que se había vulnerado su presunción de inocencia y que el fallo del tribunal se basó solo en el testimonio de dos mujeres y dos mossos. El Tribunal Supremo ha revisado el caso y considera que “la recurrente facilitó los abusos sexuales perpetrados por un tercero”. Así, añade que “los testigos que presenciaron los hechos ocurridos situaron a la acusada en una posición que, consciente de los hechos y de que la menor se encontraba a su cuidado, permanecía en una actitud de vigilancia para comprobar si podían venir terceras personas. Además, los actos, como sostuvieron los agentes de los Mossos de d’Esquadra, eran de claro contenido sexual”. Finalmente, desestima el recurso al considerar que “no se ha producido ninguna lesión del derecho de presunción de inocencia”.

Dos vecinas y dos mossos d’esquadra que presenciaron los hechos, claves para condenarla

La Audiencia determinó que “la acusada ha servido de instrumento que ha facilitado la comisión de un delito por parte de un tercero”. Los Mossos los observaron en directo después de que una vecina detectara días antes una “actitud inapropiada” del anciano hacia la menor. Se lo comentó a una amiga, que lo corroboró y lo explicó a su pareja, que es un agente de la policía. Al día siguiente, los agentes presenciaron la escena. “La agarraba por las nalgas, la apretaba contra sus genitales y le daba besos en la boca”, explicó un mosso, que añadió que “daba dinero a la niña que, posteriormente, pasaba las monedas a la mujer”. Al día siguiente, un sargento y un policía de investigación se desplazaron hasta el lugar. “Llevo 25 años de carrera profesional y es una de las cosas más asquerosas que he visto en directo”, declaró el sargento.

El anciano que abusó de la menor, inimputable por su estado mental

La Audiencia de Lleida pudo juzgar en marzo del año pasado a la canguro pero no al anciano, que entonces tenía 87 años, después de que este fuera declarado inimputable por su estado mental y su deterioro cognitivo. De hecho, el juicio se retrasó un mes, del 11 de febrero al 11 de marzo de 2019, después de que el hombre empezara a dar respuestas desconcertantes al inicio del interrogatorio. “No sé nada de nada”, “no me pregunte muchas cosas” y “estoy ciego y no puedo caminar”, aseguró ante el tribunal. Ante ello, la sala decidió suspender la vista oral y someter al acusado a un examen forense, que determinó que no podía ser juzgado ya que presentaba un notable deterioro cognitivo debido a su avanzada edad. De esta forma, el hombre se salvó de una condena que, tras acreditarse los abusos, le habrían supuesto hasta seis años de cárcel, como solicitabna la Fiscalía y la Generalitat, que ejercía la acusación. En cambio, la mujer ha sido condenada a tres años de prisió y a otros cinco de libertad vigilada como cómplice de un delito continuado de abuso sexual sobre menor de trece años.

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