El rodaje de un anuncio para publicitar un nuevo modelo de coche de la marca Citroën, que aún no está en el mercado, transformó el núcleo histórico de Solsona y la plaza Major en el escenario de un pueblo francés de los años cincuenta.
Un equipo formado por cerca de un centenar de personas, entre técnicos y figurantes, que filmaron a lo largo del día en unas calles y plazas del centro de la capital del Solsonès, transformaron estos espacios en el centro del anuncio de la marca automovilística.