'El choque mortal de la N-240 fue causado por un juego en la carretera'

Agentes de los Mossos d’Esquadra declararon ayer que el choque mortal en la N-240 ocurrido el 16 de octubre de 2016 y que acabó con la vida de la vecina de Les Borges Marta Soria, de 27 años, fue provocado porque el conductor acusado invadió el carril contrario. Así de tajantes se mostraron ayer en el juicio celebrado coincidiendo con el cuarto aniversario del accidente mortal y que sentó en el banquillo a dos acusados para los que los padres de la víctima, representados por el abogado Josep Maria Peiró, solicitan 15 años de prisión por homicidio doloso (cuatro si no se considera doloso), cuatro años por omisión del deber del socorro y otros cinco, por conducción temeraria, mientras que la Fiscalía solicita cuatro años. La vista se alargó durante 11 horas.

En su declaración, uno de los agentes señaló que los conductores imputados jugaban al “perseguido y perseguidor”. Según su declaración, la acusada salió primero de un restaurante situado en la LL-11 y el otro acusado quiso atraparla con su vehículo, hasta que finalmente acabaron chocando. “El acusado, tras adelantar a este vehículo, impactó contra el turismo de Marta Soria, sin que ella pudiera hacer nada por evitarlo”, señalaron y constataron que el accidente solo se podría haber evitado “si el acusado no hubiera adelantado al otro coche”. “Nunca en 18 años de carrera había visto un impacto tan fuerte”, afirmó el agente. Asimismo, según el perito, el acusado circulaba a una velocidad de entre 138 y 160 kilómetros por hora, en un tramo limitado a 90. Según los mossos, ninguno de los acusados hizo referencia a un tercer vehículo implicado en el accidente, hasta que un agente encontró el vehículo de la joven en el canal. El acusado, por su parte, señaló que él no impactó contra la otra acusada, sino que fue ella la que le embistió con el vehículo. “Siento el dolor de la familia, pero buscan un responsable y no soy yo”, declaró.

Antes del inicio del juicio, el padre de Marta Soria señaló que confía en que “se haga justicia de una vez por todas” y relató que “han sido cuatro años muy duros y esperamos que sea un juicio justo para ella y que pueda descansar tranquila”. Según la familia, el accidente “de imprudente no tiene nada” y añadió que “matar no es gratis”.