INFRAESTRUCTURAS CARRETERAS
Nuevas colas por la última etapa de las obras para renovar la variante de la A-2 en Lleida
Los trabajos durarán un mes y se centran en el tramo entre los enlaces de la C-13 y la LL-11 en dirección Zaragoza || La próxima primavera se abordará la mejora de los accesos y la última capa de asfalto
Imagen de archivo de las obras para reformar el pavimento de la A-2.
El Estado empezó ayer la última etapa de las obras para renovar el pavimento de la variante de Lleida de la A-2. Esta nueva mejora abarca el tramo de aproximadamente 6 kilómetros de la autovía entre los enlaces de la C-13 y la LL-11 en dirección Zaragoza. Por este motivo, el tráfico se desvía por la calzada hacia Barcelona, que queda con un solo carril para cada sentido de la circulación en este punto. Esto volvió a provocar colas que llegaron a los 12 kilómetros hacia las 14.00 horas, según datos del Servei Català de Trànsit (SCT).
El subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, explicó que se prevé que los trabajos que arrancaron ayer duren aproximadamente un mes.
Recordó que el ministerio de Transportes avanzó la ejecución de esta última fase, que inicialmente estaba prevista para el año que viene, y apuntó que “el compromiso del ministerio con Lleida permitirá finalizar antes del otoño la reforma de uno de los ejes viarios más importantes” de la provincia. Cuando estas obras estén listas, se habrá completado la reforma de los 15 kilómetros de autovía entre Torrefarrera y Els Alamús en ambos sentidos de la marcha.
Este es uno de los tramos con un mayor volumen de tráfico, con una media de unos 40.000 vehículos al día de los que más de 10.000 son camiones.
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El tramo que se renueva registra unos 40.000 vehículos al día, de los que 10.000 son camiones
Asimismo, Crespín apuntó que el año que viene abordarán la mejora del pavimento en los accesos a la autovía y la aplicación de la última capa de asfalto en este tramo. Aseguró que estas últimas labores que quedarán pendientes empezarán “a partir de la próxima primavera”. El ministerio de Transportes invierte 7,6 millones de euros en este proyecto, largamente reivindicado por alcaldes y vecinos. Este se empezó a ejecutar en junio del año pasado y se ha ido llevando a cabo por fases.
Por otra parte, Crespín apuntó que aún se está “a la espera de cerrar la propuesta de adjudicación” de la nueva explotación de la AP-2 una vez expire la actual concesión, en solo una semana. Por ello, Acesa, filial del grupo Abertis, seguirá temporalmente al frente del mantenimiento de la autopista y de las áreas de servicio (ver SEGRE del domingo). No obstante, Crespín recalcó que a partir del 1 de septiembre “la AP-2 pasará a estar libre de peajes”.
Las obras para reformar el pavimento de la A-2 que empezaron ayer y las retenciones que provocaron. En la imagen derecha, Crespín durante su visita a la autovía.
