Tres años de obras para recuperar la presa de Canelles de los daños de un desprendimiento

Endesa ha comenzado los trabajos para restituir el desagüe de fondo de la presa de Canelles, en el Noguera Ribagorçana, dañado por un desprendimiento de rocas a finales de 2018. También recuperará la cámara del aliviadero, así como todas las instalaciones que quedaron dañados por la caída de rocas. La previsión es que esta actuación concluya a finales de este año. De este modo, pondrán fin a mas de tres años de obras en el dique del mayor embalse de la provincia, entre Lleida y Huesca, con una capacidad para 680 hectómetros cúbicos. Se prevé que duren cuatro o cinco meses más, según fuentes de la compañía hidroeléctrica.

La puesta en marcha definitiva del desagüe de fondo se llevará acabo durante el primer trimestre de 2022. Por otra parte, se instalarán sistemas para monitorizar y detectar desplazamientos de la ladera de Blancafort, donde se registró el desprendimiento. Sensores de auscultación vigilarán posibles movimientos del dique. La empresa que ejecuta la actuación es UPH Ebre-Pirineos. Toda la actuación supondrá una inversión de cinco millones de euros.

La primera fase de las obras concluyó el pasado mes de mayo. Durante este tiempo se ha saneado la pared de la montaña. Para ello han sido necesario trabajos verticales, efectuados por operarios especializados para consolidar la ladera. Se han colocado 14.000 metros cuadrados de mallas metálicas y 12.000 metros cúbicos de red de anillos, 789 anclajes y un total de nueve metros perforados (a una media de 10-20 milímetros de profundidad). Estos trabajos han durado 21 meses: seis para la instalación de la malla protectora y otros quince meses para sostenerla.

Cabe recordar que el enorme alud de rocas y tierra, que destrozó en diciembre de 2018 una caseta de servicios y el desagüe de fondo de la presa, obligó también a cortar el camino de acceso a la cota de coronación del embalse desde Os de Balaguer. Tanto Endesa como la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) descartaron en su día que hubiera daños en el dique del embalse.

Lleida pide al Estado que prime el regadío en la gestión de embalses

Las comunidades de regantes de Lleida exigen un compromiso por parte del Estado que garantice agua suficiente para los regadíos, ante la previsión del ministerio de Transición Ecológica de obligar a mantener un reserva mínima en los pantanos.

El Gobierno pretende evitar así desembalses indiscriminados por parte de las hidroeléctricas, como ha sucedido en las cuencas del Tajo, Duero o Miño-Sil (ver SEGRE de ayer). El presidente del Canal d’Urgell, Amadeu Ros, señaló que “nunca hemos tenido problemas con la explotación hidroeléctrica pero, llegado el caso, reclamaremos que se nos garantice agua para regar toda la superficie del regadío”.

Añadió que en la cuenca del Segre siempre se ha intentado respecta un caudal ecológico y “desde hace dos años los dos embalses, Oliana y Rialb, tienen agua suficiente”.

También hay que tener en cuenta que los parámetros cambian en épocas de sequía..

Por su parte, el presidente del Aragón y Catalunya, José Luis Pérez, indicó que “veo bien la medida siempre que se tenga en cuenta que hay un orden preferente respecto al uso del agua: primero abastecimientos, luego regadíos y después explotación hidráulica”. Incidió en que estas medidas afectan a pantanos de gestión privada, no a los del Estado, que deben ser los primeros en estar bien regulados, puntualizó.

El presidente del canal de Pinyana, Ramon Piqué, también hizo las mismas reivindicaciones aunque anotó que Santa Ana, en la cuenca del Ribagorçana, es del Estado, mientras que Canelles lo explota Endesa. “En el caso de que decidieran desembalsar Canelles, un pantano de 670 hectómetros cúbicos, tendrán que tener en cuenta que aguas abajo Santa Ana solo tiene capacidad para236, lo que hace precisa una regulación inteligente del agua”. Piqué indicó que la situación de Lleida es diferente porque hay reservas.