Masías del Solsonès tendrán contenedores de basura inteligentes y compostarán la orgánica

El consell de alcadías del Solsonès ha dado luz verde al proyecto para instalar islas de contenedores de basura inteligentes en varios puntos de la comarca y distribuir compactadoras para el tratamiento de la fracción orgánica en cada una de sus casi mil masías. El presidente del organismo y alcalde de Olius, Antoni Márquez, valoró que es la única alternativa viable para evitar los vertidos incontrolados y alcanzar los objetivos de la UE en materia de reciclaje en esta comarca, donde las viviendas están diseminadas y apenas hay núcleos de población a excepción de Solsona, la urbanización del Pi de Sant Just y Sant Llorenç de Morunys. Esta iniciativa prevé distribuir 50 o 60 islas de contenedores inteligentes automatizados, cuyo uso estará restringido solo a los vecinos autorizados.

Mediante este sistema se sabrá quién los usa, con qué frecuencia y si lo hace de forma correcta. Cada isla dará servicio a un grupo de entre veinte y treinta masías. Estarán compuestas por depósitos separados para el plástico, el papel y el cartón, el vidrio y la fracción no reciclable (resto).

Para el tratamiento de la basura orgánica se distribuirán compostadoras en cada masía. Márquez indicó que en el medio rural es habitual que cada vivienda reutilice la materia orgánica, por lo que, mediante este procedimiento, se facilitará su conversión en abono. El consell debe ahora poner hilo en la aguja para llevar esta propuesta a la práctica.

Otra de las cosas que deberá definir el proyecto es la ubicación de los contenedores. Tendrá que contar con el beneplácito de la comisión de Urbanismo de la Catalunya central para que estén localizadas adecuadamente y no sean una molestia para la circulación y el acceso a propiedades, dijo el presidente del ente comarcal, Josep Caelles. Márquez dijo que los alcaldes ven bien la iniciativa como alternativa a la recogida actual.

Cámaras de vigilancia itinerantes contra vertidos

El consell del Solsonès también ha aprobado instalar dos cámaras de vigilancia itinerantes en Brics y el Pla de Olius, respectivamente, para poner fin al “turismo de residuos” detectado tras la puesta en marcha de la recogida de basuras puerta a puerta en Solsona a mediados del pasado noviembre. Vecinos de la capital del Solsonès que no la hacen correctamente llenan de basura los maleteros de sus coches y la llevan al municipio vecino de Olius, donde los contenedores aparecen desbordados con frecuencia, según explicó el alcalde, Antoni Márquez. Serán itinerantes para disuadir a los infractores de que busquen otro lugar para arrojar sus desechos.

Las multas por vertidos incontrolados oscila entre los 100 y los 600 euros, según las ordenanzas municipales. Otros pueblos que han instalado cámaras contra el vertido de basuras de foráneos, al margen de los que lo han hecho por seguridad e incivismo, son Torres de Segre y Torr serona, al lado de municipios del Segrià donde se recoge la basura puerta a puerta.