La Policía de Alcarràs, la primera de Lleida con pistolas de gas pimienta

La Policía Local de Alcarràs se ha convertido en la primera de las comarcas leridanas en disponer de pistolas de gas pimienta. Hasta la fecha, las policías de Mollerussa y Solsona eran las únicas de la provincia que contaban con dispositivos de gas pimienta pero con formato de espray, como informó este periódico el pasado 5 de enero. Hasta finales de año, la tenían en 41 localidades catalanas.

La incorporación de las dos pistolas de gas pimienta en Alcarràs se decidió después de haberse vivido durante los meses de la pandemia situaciones en las que determinados individuos se resistieron de forma violenta a la actuación policial, según informó ayer el ayuntamiento. Los agentes tuvieron que soportar amenazas para su integridad física, empujones, intentos de forcejeo y escupitajos. “Algunos individuos, incluso, cuando nuestra policía trata de reducirlos porque su actitud supone un riesgo para ellos mismos y el resto de la ciudadanía, se quitan la mascarilla y llegan a amenazar con la posibilidad de un contagio tirando escupitajos o con violencia física”, explicó el alcalde, Jordi Janés.

El primer edil añadió que “mediante estas nuevas herramientas, los agentes podrán actuar siempre con la distancia de seguridad necesaria y garantizarán el orden aún mejor y con menos riesgos”. Las pistolas de gas pimienta son dispositivos de defensa personal no letal. Se regula mediante un protocolo en el que se establece como norma general que solo pueden emplearse para actuar con individuos que muestren actitudes manifiestamente violentas y en ningún caso para dispersar multitudes.

Su potencial lesivo es mucho menor que el de una pistola eléctrica Táser. En Lleida, esta última solo las tienen los Mossos.