Medio centenar de pueblos e iglesias de Aran pierden la protección como bienes culturales
El proceso para catalogarlos como patrimonio de interés nacional se inició hace cuatro décadas y nunca se completó
Imagen de archivo del santuario de Montgarri
Medio centenar de pueblos, iglesias y edificios históricos de Aran han perdido la protección que han tenido durante más de cuarenta años como elementos del patrimonio cultural del valle. El proceso para catalogarlos como bienes de interés nacional (BCIN) se inició a mediados de los años setenta y nunca se completó. El Conselh Generau d’Aran se ha visto obligado a declarar los expedientes caducados, después de que el ayuntamiento de Naut Aran denunciase que los plazos expiraron hace años. El consistorio lo hizo porque considera que el régimen de protección vigente hasta ahora le suponía importantes retrasos a la hora de autorizar obras.
Aunque la declaración como BCIN de los centros históricos de 39 pueblos y de 11 iglesias y edificios antiguos de Aran nunca se completase (ver claves), la apertura de los expedientes bastó durante cuatro décadas para dotarlos de la misma protección que la normativa urbanística otorga a los bienes ya catalogados. También les permitía acogerse a subvenciones para la preservación del patrimonio cultural. Ahora no pueden acogerse a estas líneas de ayudas, mientras que las restricciones a obras que puedan alterar estos espacios y su entorno serán a partir de ahora mucho más tenues, según corroboraron fuentes del Conselh Generau.
La Síndica de Aran, MariaVergès (UA), explicó que trabajan ya para restablecer la protección de estos elementos del patrimonio cultural, y expresó su confianza en que ninguna obra los altere entre tanto. La normativa establece que, una vez caducados los expedientes de declaración de BCIN, hay que esperar al menos dos años para poder reabrirlos. Sin embargo, el Conselh no tiene intención de esperar tanto. Confía en proteger de nuevo su patrimonio cultural mediante planes urbanísticos, una figura prevista en el plan director que rige el urbanismo de la Val y que no se había desarrollado hasta ahora. Vergés precisó que, a más largo plazo, “no renunciamos a reanudar las declaraciones de BCIN, tanto por protección como por prestigio”.
