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Un juez echa de casa a una mujer de Lleida para que no la agreda su hija

Ha dictado sendas órdenes de protección entre ellas, que se han cruzado denuncias || En la casa viven tres nietos y prioriza el derecho a la vivienda de los menores

Imagen de los juzgados de Lleida.

Imagen de los juzgados de Lleida.SEGRE

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Denunciar malos tratos por parte de tu hija y verte obligada por un auto judicial a marcharte de tu propia casa. Esto es lo que le ocurre a M.R.M., una leridana de 62 años que quiere hacer público este insólito caso en este periódico. La historia se remonta al pasado 17 de abril cuando se produjo una discusión familiar.

“Llevo mucho tiempo sufriendo malos tratos por parte de mi hija y ese día se colmó el vaso. Llamé a los Mossos d’Esquadra porque me pegó. Los policías me dijeron que la denunciara y así lo hice.

Pero, para mi sorpresa, ella también me denunció por agresión. No es verdad, nunca la he pegado”. En el domicilio también residen el exmarido y a la vez padre de la chica y los tres hijos de esta, menores de edad.

La policía derivó el caso a los tribunales y el juzgado de Instrucción 2 de Lleida se hizo cargo de la investigación y ha dictado un auto de medidas cautelares mientras el caso no llega a juicio. La Fiscalía pidió órdenes de protección recíprocas entre madre y hija. La jueza llega a la conclusión que “se deduce la existencia clara de una agresión mutua entre la madre e hija” y “se desprende la existencia de una mala relación y la imposibilidad de convivencia entre ellas”.

Por todo ello, “apreciando que existe dicha situación objetiva de riesgo entre madre e hija se acuerda la orden de protección recíproca por lo que se prohíbe a ambas acercarse a una distancia inferior a 100 metros de la otra y de sus domicilios”. Sin embargo, añade que “en el caso de María (nombre ficticio de la hija) será el domicilio familiar en el que viene residiendo, con la finalidad de proteger el derecho de vivienda de los hijos menores de edad hasta que, por los servicios sociales o por si misma, no pueda procurarse un domicilio para sí y para sus hijos”. Tampoco pueden mantener comunicación.

En cambio, la jueza deniega la orden de protección que solicitó el padre, que también presentó denuncia. La orden de alejamiento tiene un año de vigencia.

“Pago la hipoteca y he tenido que irme a vivir con mis otros hijos”

? “Mi situación es insostenible.

Como madre siempre he intentado ayudar a mi hija y le ofrecí volver a casa después de que tuviera una mala experiencia. Mis otros hijos me recomendaron que no lo hiciera porque me traería problemas pero soy su madre”, explica M.R.M. a este periódico.

La afectada añade que “sigo pagando la hipoteca de una casa en la que no puedo estar y he tenido que irme a vivir con mis otros hijos, que me apoyan con todo”. Afirma que “hacía años que me insultaba, me vejaba y sufría malos tratos pero no quería denunciarla porque soy su madre”. La mujer comenta que toda esta situación ha afectado a su salud mental y padece ansiedad entre otros problemas.

“Es una pesadilla. No sé cómo ha podido sucederme esta situación. Suerte que mi familia me apoya”.

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