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Las más de 1.200 vacas que han pasado el verano en la montaña de Llessui vuelven a casa

Ganaderos del Pallars, la Cerdanya, el Berguedà, el Ripollès y el Solsonès llevan animales a la Vall d'Àssua

Las vacas que han pasado el verano en la montaña de Llessui se dirigen hacia casa.

Las vacas que han pasado el verano en la montaña de Llessui se dirigen hacia casa.Marta Lluvich / ACN

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Una treintena de ganaderos se han reunido este miércoles en la cabaña del vaquero de Llessui (Sort), para replegar los animales y llevarlos hacia casa. Vaqueros del Pallars Sobirà y Jussà, el Ripollès, el Berguedà, el Solsonès o la Cerdanya llevan los animales a esta montaña por su extensión y la facilidad de manejo del ganado. Los ganaderos se reparten por la montaña y la peinan palmo a palmo recogiendo todas las vacas y agrupándolas en una grande explanada. Acto seguido, cada ganadero separa sus animales y con camiones las vuelven hacia casa. Unas 1.200 vacas. La falta de pastos no ha hecho precipitar el retorno de los animales, hecho que a principios de verano era una posibilidad.

Los ganaderos se han mostrado contentos por como han bajado los animales de la montaña. A principios de verano pensaban que habrían tenido que adelantar el retorno en casa por la falta de pastos por culpa de la sequía. Josep Anton Canudes, ganadero del Berguedà, ha explicado que las lluvias del mes de agosto hicieron reverdecer la montaña y finalmente los animales han estado bien en la zona.

Cada vez son menos los ganaderos que vuelven hacia casa con los animales a pie por los caminos trashumantes y prácticamente todos los cargan en los camiones dado que muchos de los ganaderos que llevan animales a Llessui son de lejos. Ramon Pellicer, ganadero del Berguedà, ha reconocido que hace años que lleva parte de su ganado a pasar el verano en Llessui por las condiciones de la montaña, única en el país por la extensión y las características. Kilómetros y kilómetros de montaña sin ningún árbol, este aspecto hace que la visibilidad de las vacas sea mucho más fácil que en otros lugares.

Pellicer ha elogiado la figura del vaquero Albert Baqueró, quien ha pasado cuatro meses en la montaña velando día y noche por el bienestar de los animales. Cualquier mínimo incidente en alguna vaca, Baqueró la comunicaba inmediatamente al propietario. Poder disponer de un vaquero todo el verano es un punto fuerte de esta montaña para todos los ganaderos.

Las vacas, todas con ramaje, han abandonado este miércoles los pastos de alta montaña, a unos 1.900 metros de altura, para volver hacia casa, antes de ser sorprendidos por la primera nevada. Y los vaqueros, todos, se han mostrado satisfechos por como han bajado los animales.

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