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SUCESOS INVESTIGACIÓN

Ante el juez hoy los detenidos por el crimen de Mollerussa

Pasan a disposición del juzgado de instrucción acusados de homicidio || Recibe el alta uno de los heridos en la reyerta

Mossos d’esquadra vigilando ayer las inmediaciones del Passeig Beethoven de Mollerussa.

Mossos d’esquadra vigilando ayer las inmediaciones del Passeig Beethoven de Mollerussa.JOAN GÓMEZ

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Los dos detenidos por el crimen de Mollerussa, A.R.C., de 62 años, y J.R.R., de 36, pasarán hoy a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Lleida acusados de los delitos de homicidio y lesiones. Fueron arrestados tras la pelea a cuchillazos que se produjo la noche del pasado miércoles entre dos familias gitanas en el interior de un bar del Passeig Compositor Beethoven de la capital del Pla d’Urgell en la que murió Higinio Buñales Buñales, un vecino de Miralcamp de 35 años. En la reyerta también resultaron heridos dos hermanos de la víctima que fueron evacuados al hospital Arnau de Vilanova, uno de ellos con pronóstico grave y el otro recibió el alta ayer, según fuentes cercanas al caso.

Los dos clanes familiares estaban enemistados debido a la posible relación sentimental entre una hija de la víctima y un hijo de los presuntos agresores. La víctima mortal recibió dos puñaladas y, a pesar de los esfuerzos de los sanitarios que acudieron al bar, acabó muriendo. Los Mossos d’Esquadra continuaban ayer buscando a un tercer implicado en la pelea y recabando información en el entorno de las dos familias para esclarecer las causas del suceso.

El ayuntamiento de Miralcamp, que expresó sus condolencias a la familia de la víctima, denunció ayer “estos actos de violencia que solo comportan dolor y un gran daño a la familia y a todo el pueblo” y reclamó la unidad de todos los vecinos para “condenar energéticamente” lo ocurrido. Por su parte, el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, reclamó el jueves más presencia de los cuerpos de seguridad en la capital del Pla d’Urgell y en los municipios próximos de donde provienen las familias implicadas en el asesinato para no generar una “alarma social” y una “oleada de inseguridad” entre los ciudadanos (ver SEGRE de ayer).

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