Ocho ayuntamientos de Lleida tendrán más ediles tras las elecciones al ganar población

Ocho ayuntamientos leridanos ganarán concejales tras las elecciones municipales del 28 de mayo, al haber aumentado su población desde los comicios de 2019. Así se desprende de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de fuentes municipales. Muchos de estos consistorios atribuyen su crecimiento a la llegada de nuevos vecinos a raíz de la pandemia.

La Covid ha llevado a numerosos habitantes de ciudades a trasladar su residencia a pueblos para evitar aglomeraciones y reducir el riesgo de contagio. El consistorio de Tarrés pasará de tres a cinco miembros al superar el umbral de los cien habitantes que establece la ley electoral. Por su parte, Lladorre, Prats i Sansor, Puigverd d’Agramunt, Prullans y Talavera pasarán de cinco ediles a siete al tener más de 250 vecinos censados.

Superar esta cifra supondrá además que los vecinos dejarán de votar a miembros de listas abiertas como hicieron en 2019 y el 28 de mayo deberán elegir entre candidaturas cerradas. “Seremos más para trabajar, los alcaldes y concejales de los pueblos tenemos que hacer de todo”, afirma Joan Eroles, alcalde de Puigverd d’Agramunt. Indicó que durante la pandemia “se establecieron en el municipio siete u ocho familias”, gran parte de ellas de Barcelona y su área metropolitana.

Tanto este municipio del Urgell como Talavera, en la Segarra, recuperarán dos concejales que perdieron años atrás al reducirse su población. “A nadire les gustó perderlos y ahora es bueno volver a tenerlos”, dice el primer edil de Talavera, Ramon Trullols, que apuntó que la “debido a la pandemia hemos tenido varios empadronamientos”. Rebasar el millar de habitantes hará que Vilanova de Segrià pase de siete a nueve concejales tras las elecciones municipales.Por su parte, Bellver de Cerdanya volverá a tener un consistorio de 11 miembros, tras pasar los dos últimos mandatos con nueve.

En 2019 estaba por debajo de los dos mil habitantes, una cifra que ahora supera con holgura. Su padrón del 1 enero de 2022, el que se emplea como referencia para asignar concejales a cada municipio, era de 2.176 vecinos. “Hemos seguido creciendo desde entonces y ya tenemos más de 2.300 empadronados”, explicó la alcaldesa, Laia Serra.

Puntualizó que parte de ellos son dueños de segundas residencias que se empadronaron durante la pandemia en este municipio de la Cerdanya leridana. “Tener más concejales ayuda a distribuir mejor el trabajo”, valoró.Frente a los ocho municipios que sumarán concejales, dos tendrán menos al reducirse su población por debajo de los 101 habitantes. Es el caso de Ivorra, con cien vecinos, y La Molsosa, con 99.

Esto supone pasar de cinco a tres miembros en sus ayuntamientos. Algunos consistorios llevan a cabo consultas para saber cuántos ediles tendrán tras las elecciones.