Tras la inauguración la noche del jueves del 67 Festival Internacional de Cine de Berlín con la película francesa Django, dirigida por el debutante Etienne Comar, la Berlinale recibió ayer a su primera gran estrella, Richard Gere. El actor estadounidense convirtió el estreno de The Dinner en un alegato contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, a partir de una película centrada en la locura y las escisiones fratricidas del american way of life, con reminiscencias al “pecado original” de la guerra civil estadounidense. A la pregunta de un periodista sobre qué le diría a Trump en caso de coincidir con él en una cena a cuatro, el actor dijo que “con seguridad yo no estaría en esa comida”. Ya más en serio, y transportado a su labor como activista pro derechos humanos, Gere se permitió un alegato anti-Trump, al que imputó “haber elevado el mensaje de odio” en su país a “lo más alto”. Por otro lado, el Observatorio Audiovisual Europeo anunció en el festival que la asistencia a las salas de cine de la UE creció en 2016 por tercer año consecutivo, un 1,6%, con 994 millones de entradas vendidas, 16 millones más que en 2015 (7,2 millones en España, un 7,5 % más), con una recaudación de 7.204 millones de euros.