El Museu, sin bar hasta 2018

El Museu de Lleida seguirá sin contar con servicio de bar-cafetería al menos hasta el año que viene. El Cafè del Museu cerró sus puertas el pasado mes de agosto tras agotarse los cuatro años de la concesión otorgada en verano de 2013 y el concurso público para adjudicar esta infraestructura a una nueva firma concesionaria ha acabado desierta. Como publicó SEGRE el pasado octubre, la Generalitat confiaba en reabrir este espacio a principios de este noviembre tras constatar la existencia de dos o tres firmas interesadas en la concesión. Sin embargo, el responsable de los servicios territoriales de Cultura en Lleida, Josep Borrell, confirmó ayer que “la convocatoria ha quedado desierta”. Borrell comentó que, a pesar del interés mostrado por algunas firmas, “han pesado cuestiones de carácter administrativo como el hecho de que teníamos que ofrecer una concesión provisional hasta fin de año para volver a convocar un nuevo concurso a principios de 2018, ya con los nuevos Presupuestos de la Generalitat o con las cuentas prorrogadas”. En este sentido, “los interesados no podían arriesgarse a invertir ahora para ir el año que viene a un nuevo concurso”, añadió. Borrell especificó que “estamos preparando ya un nuevo pliego de condiciones para poder publicarlas en diciembre y que el concurso público para el bar se adapte al año natural”. Lo que está claro es que el futuro concesionario del servicio no abrirá las puertas del Cafè del Museu hasta 2018. Eso sí, con unas condiciones económicas más elevadas que las que se satisfacían hasta ahora, que suponía un canon de 6.300 euros anuales (más IVA). “Para el nuevo canon barajamos unas cifras de entre 800 y 900 euros al mes”, concluyó Borrell.

Siete años de un establecimiento marcado por la rentabilidad La historia del bar-cafetería del Museu, inaugurado el 8 de septiembre de 2010, ha estado marcada por la rentabilidad y el precio del canon establecido por el consorcio del Museu. Los primeros adjudicatarios del entonces bautizado como Jardí Clos acabaron cerrando en abril de 2013 después de que el consorcio les rescindiera el contrato por unas deudas acumuladas de unos 12.000 euros. El bar reabrió en agosto de 2013 con el nombre de Cafè del Museu, con un canon de 6.000 euros al año.