Vila confía en que el caso de desobediencia y prevaricación por Sigena se acabe archivando
Imagen del pasado 11 de diciembre, en el momento en el que la Guardia Civil retiraba las obras de Sigena del Museu de Lleida.
El exconseller de Cultura, Santi Vila, confía en que se acabe archivando la acusación de desobediencia y prevaricación por el caso Sixena. En su declaración este miércoles ante el juez oscense, Vila ha defendido que tanto su conducta como la de su sucesor en el cargo, Lluís Puig, fue ajustada a derecho. En este sentido, el exconseller ha dicho que cumplió con la legislación catalana ante el mandato judicial que ordenaba la entrega de bienes de arte sacro originarios del Monasterio de Villanueva de Sigena que se encontraban en el Museo de Lleida y al MNAC.
Villa ha defendido el cumplimiento parcial que se hizo de la orden judicial con el traslado al Aragón en el caso de las obras de arte que estaban en el MNAC. Con respecto a las 44 piezas del Museo de Lleida, ha reconocido que se encontró ante el conflicto entre unos requerimientos judiciales y el obligado cumplimiento de la Ley de Patrimonio de la Generalitat, que protegía la unidad de la colección.
Villa ha declarado durante media hora en el juzgado de instrucción 3 oscense y ha respondido a las preguntas de la fiscalía y de la jueza, pero se ha negado a responder a las preguntas de la acusación particular, que considera que Vila ha desobedecido de manera 'rebelde' y pide una orden de detención para Lluís Puig. Los dos están siendo investigados por los presuntos delitos de desobediencia y prevaricación en el caso Sigena. Puig, que también estaba citado a declarar este miércoles, se encuentra en Bélgica.
