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ENTREVISTA ARTE

«Siempre me ha interesado más la materia que la identidad»

EVA LOOTZ | artista

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.SEGRE

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La artista austriaca Eva Lootz, afincada en Madrid desde los 60, será la próxima invitada a formar parte del museo al aire libre en el que se ha convertido La Vinya dels Artistes de la bodega Mas Blanch i Jové de La Pobla de Cérvoles. Su obra se “estrenará” el próximo verano, con lo que estos días su mente bulle de ideas para dejar su huella en este espacio que dirigen con mimo Sara Balash y Joan Jové junto a sus hijos. La suya será la décima obra que convivirá y dialogará con los olivos y las cepas de este singular entorno de Les Garrigues.

La pintora, escultora y artista conceptual Eva Lootz (Viena, 1940), Premio Nacional de Artes Plásticas 1994, pasará a engrosar la lista de creadores que convierten la Vinya dels Artistes, en la bodega Mas Blanch i Jové de La Pobla de Cérvoles, en un singular museo al aire libre. La suya será la décima incorporación. Todavía no ha decidido cómo será, pero ideas no le faltan. La creadora, que también recibió el Premio Arte y Mecenazgo a la mejor artista en 2013, es una pionera en el campo de las instalaciones escultóricas y tiene en la materia uno de sus principales intereses.

¿En qué consistirá su intervención en La Vinya dels Artistes?

Todavía no lo he decidido, tengo varios proyectos que debo hablar con Joan y Sara, los propietarios de La Vinya dels Artistes. En Navidad hice tantos dibujos que podría hacer una exposición entera [ríe]. Lo que sí te puedo asegurar es que esta intervención me hace mucha ilusión porque no se trata de un espacio urbano, sino un entorno de cultivo.

¿Cómo conoció el entorno?

Ellos se pusieron en contacto conmigo. Después viajé a La Pobla de Cérvoles, recorrimos toda la finca y pude ver el resto de intervenciones.

¿Qué opinión le mereció?

Me encantó. Es una idea preciosa ubicada en un espacio maravilloso.

¿Cómo surgió su vocación por las artes plásticas?

¡Uyyy, hace ya tanto tiempo de ello! Creo que debo llevar alrededor de 50 exposiciones, con lo que te puedes imaginar los años [ríe]. Me crié entre los ejercicios de canto de mi madre y mi padre era historiador del arte, así que supongo que el arte siempre estuvo presente en mi vida. Aunque tengo que decir que también me ha interesado la ciencia. Supongo que, en gran parte, porque de pequeña a las chicas no nos educaban en la tecnología, tengo una educación completamente humanística, por lo que imagino que por eso ahora siento esa fascinación por la ciencia quizá más intensa que si de jóvenes nos la hubiesen inculcado. De hecho, muchos de mis trabajos lo demuestran, como Arte y ciencia, la colaboración que hice con la bioquímica Margarita Salas.

¿Por ello la materia tiene tanta importancia en sus obras?

Diría que sí. Siempre me ha interesado más la materia que la identidad, supongo que porque tenía malestar con el concepto que nuestra tradición tiene de la identidad. La materia y sus propiedades siempre han estado en mi campo de interés; me gusta la idea de hacer visibles estas propiedades, como por ejemplo que la sal absorba la humedad o el mercurio disuelva el oro tanto si soy americana, esquimal o pigmea. La materia fue mi punto de partida. Yo no quería hacer afirmaciones personales, ni narración ni nada de eso. Quería mostrar las propiedades, una especie de alfabeto de la materia. También me fascina la geometría.

A lo largo de su trayectoria ha trabajado con muchos materiales diferentes.

Últimamente he trabajado bastante el tema del agua. Sin embargo, cuando empecé en los años 70, mis primeras obras eran cuadros. Enseguida sustituí el bastidor y el agua del acrílico por otros líquidos. Empecé a trabajar con parafinas, lacres, etc., que me llevaron a metales y a fundir plomo y estaño. Eso a su vez me condujo al mercurio,etc. Precisamente con mercurio que me prestaron de las minas de Almadén hice una pieza de 500 kilos.

Su obra, que se encuentra en numerosas colecciones privadas y públicas, abarca no solo escultura, sino muchas otras disciplinas, como grabados, etc. ¿Qué criterios tiene en cuenta a la hora de escoger la disciplina?

En el fondo, cuando imagino un trabajo ya va ligado a la disciplina más adecuada para él y al espacio. En una exposición siempre tengo muy en cuenta el espacio al que va destinado.

¿Cómo diría que ha evolucionado su obra a lo largo de su trayectoria?

Creo que, en el fondo, cuando empiezas a trabajar ya tienes un tejido sobre la mesa. Lo que haces a lo largo de los años es tirar del hilo, pero el tejido ya está allí. Por ejemplo, yo llevo tiempo trabajando sobre los nudos y solo fue hace poco cuando me di cuenta de por qué eran tan importantes para mí.

¿Por qué?

Porque en el nudo la línea muestro su fuerza. Esto entronca con geometría, pero también con la idea de desmontar lo binario, que es muy importante para que triunfe el feminismo.

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.SEGRE

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.SEGRE

‘Como el silencio en una gran orquesta’, de 1997.

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