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El Festival de Rialp 'gana' una subvención que le negó Cultura

Un concierto de una edición anterior del Festival de la Vila de Rialp.

Un concierto de una edición anterior del Festival de la Vila de Rialp.RIALP MUSICAL

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El enmarañado y tortuoso camino administrativo de la solicitud de subvenciones públicas para eventos culturales ha vivido en el caso del Festival de Música de la Vila de Rialp un episodio como mínimo rocambolesco. El certamen del Pallars Sobirà, que este verano llegará a su edición número 19, acaba de ‘ganar’ un recurso ante la Generalitat por una subvención del festival de 2017. Los hechos arrancaron en abril del año pasado, cuando se solicitó la subvención. Seis meses después, la organización del festival conoció con evidente sorpresa que el Institut Català de les Empreses Culturals resolvió inadmitir la solicitud al considerar que el evento no alcanzaba la puntuación esencial de 12 puntos que establecían las bases como requisito mínimo. Tras un recurso de alzada el pasado noviembre y otro de extraordinario presentado el pasado mes de enero, la comisión jurídica asesora de la Generalitat acabar de dar por fin la razón al festival musical pallarés considerando que su puntuación real debería superar en realidad los 15 puntos, suficientes para poder disfrutar de la subvención. Además de reconocer el error, la comisión explica que la causa se debió a “unos errores de cálculo (...) por un defecto del programa informático”. El presidente de Rialp Musical Associació, Josep Sabarich, impulsor incansable del festival, se mostró ayer muy crítico con todo este proceso y explicó a SEGRE que “es una muestra más de la discriminación negativa que sufre el territorio, con una cabeza muy grande en Barcelona y el resto sin cuerpo”. Sabarich lamentó que “no se tiene en cuenta los esfuerzos para organizar un evento de estas características en el Pallars Sobirà, en la línea de actividades extraordinarias que generan turismo cultural, la primera fuente de ingresos de la comarca”. Recordó que el certamen cuenta con un presupuesto en torno a los 50.000 euros y “hay que hacer las mil y una para que nos den unos 5.000, a diferencia de la subvención del ministerio de Cultura, que nos la autorizan casi de inmediato”. Sabarich avanzó que en la próxima asamblea de la asociación, en noviembre, pedirá un relevo al frente de la misma ya que tiene la intención de dejar el cargo “por motivos de salud y también por el cansancio de tener que luchar cada año para organizar el festival”. Así, este verano podría ser la última edición del certamen, un hecho que se suma también a la frustración por el adiós del Doctor Music Festival. “Nos tienen discriminados”, concluyó Sabarich.

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