Puig niega por vía telemática que desobedeciera por Sigena

El exconseller de Cultura Lluís Puig declaró ayer en el juzgado de Huesca desde Bruselas por videoconferencia como investigado por un presunto delito de desobediencia en el ‘caso Sigena’. Tanto la fiscalía como el ayuntamiento de Villanueva de Sigena lo acusan de no haber obedecido las órdenes judiciales para entregar las 44 obras de arte del Museu de Lleida originarias del monasterio y que finalmente acabaron ‘viajando’ a Villanueva de Sigena el 11 de diciembre de 2017 con el polémico traslado con entrada incluida al edificio de la Guardia Civil. Puig negó la acusación y dejó claro que él “nunca” quiso “huir” de la justicia. Negó haber tenido nunca ninguna voluntad de desobediencia y explicó que al día siguiente de tomar posesión como conseller de Cultura recibió un requerimiento de los juzgados de Huesca para informar sobre cómo entregaría las obras. Entonces, recordó, pidió por escrito “tiempo” para poder estudiar un dossier “de muchos papeles”, ya que se trataba, dijo, de un caso histórico. No obtuvo ninguna respuesta judicial ni administrativa a su petición, añadió, y el 28 de octubre de 2017 fue “cesado por el artículo 155”, dijo. Según Puig, hizo frente a la declaración como investigado “con la tranquilidad y la conciencia de que nunca he querido huir de la justicia y que nunca he rehuido mis responsabilidades, sino que se estaba estudiando cuáles eran los pasos a seguir”. Porque era una decisión que debía tomar “a conciencia y no en 30 segundos”, añadió. Con el 155, sin embargo, explicó, “los hechos se precipitaron”.

Por su parte, el abogado de Lluís Puig, Jaume Alonso-Cuevillas, destacó la “normalidad” de esta declaración ya que las videoconferencias judiciales entre países europeos son “habituales” y añadió que “la excepcionalidad” fue que la Audiencia Nacional rechazara las declaraciones a distancia de Puig, Clara Ponsatí y Carles Puigdemont para el 1-O.

Critican “la obsesión por perseguir a consellers de Cultura” Para el abogado de Puig, Jaume Alonso-Cuevillas, la demanda por desobediencia es una “obsesión” del ayuntamiento de Villanueva de Sigena de “perseguir” a los consellers de Cultura ya que, como recordó el letrado, las 44 obras ya fueron trasladadas al monasterio “con el Govern del 155”. Cuevillas descartó que se pueda dictar una euroorden porque el presunto delito no implica penas de cárcel de más de 2 años, sino inhabilitación. Curiosamente, la acusación particular, el ayuntamiento oscense, no acudió a la declaración de Puig. “Es extraño que quien me demanda no se presente en el momento de mi declaración”, dijo Puig. El abogado Jorge Español explicó que como el exconseller Santi Vila ya se negó a responderle cuando declaró en Huesca el 25 de abril de 2018 en esta causa, “entiendo que Puig habría seguido la misma estrategia y no habría respondido a mis preguntas”.