SEGRE

CERTÁMENES INICIATIVAS

Vilamur, un escaparate de arte

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.MARIONA KISKERI

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Corrales y pajares decorados con arte contemporáneo, niños montados en asnos por calles medievales, grafitis desmontables y rosales que crecen en pantalones que a su vez crecen en muros. No, no es ningún cuadro de Dalí. Se trata de Vilamur. Este pueblo de Soriguera, de menos de 100 habitantes, inauguró ayer la segunda edición del festival de arte Siartb, un acontecimiento creado para poner en valor el talento de los artistas pallareses en un entorno rural único con la Vall de Siarb de fondo. Las calles se convirtieron en un escaparate interminable de creaciones artísticas, algunas de ellas en venta y otras tantas en exposición, que captaron la atención de centenares de curiosos. Incluso los espacios más inesperados –como eras, pajares y corrales– se llenaron de obras de arte. Sus autores, 27 artistas plásticos de toda la comarca, el doble que el año pasado, sin contar a los actores, poetas y performancers que se sumaron a la fiesta. Entre los creadores, los locales Albert Aznar y Jesús F. García. Ambos exponen durante todo el año su vasta colección de obras en una casa de tres pisos, Lo Taller, que durante el certamen se llena de centenares de curiosos. “Hasta el año pasado la gente raramente hacía parada en Vilamur, y eso que tenemos unas calles medievales preciosas”, confesó Aznar, y añadió que “el festival ha puesto el pueblo en el mapa a través del arte”.

La iniciativa, que nació el año pasado de forma colectiva entre sus vecinos, ha conseguido unir el pueblo y ser el centro del Pallars Sobirà durante dos días a través del arte. “Todos los habitantes, incluso los más mayores, han prestado sus inmuebles para reconvertirlos en museos. Sin ellos el festival no sería posible”, agradeció a sus vecinos Imma Torras, concejala de Cultura de Soriguera. Paralelamente a las paradas de arte, el certamen ha organizado asimismo una quincena de espectáculos alternativos para hacer aún más atractivo el festival. Ayer fue el turno de la danza de Quim Vilagran con Górecki, el recital de poesía de Alba Mascarella, varios talleres infantiles y Àgora, un espacio de debate artístico novedad de este año, entre muchos otros.

Unas 1.000 personas visitaron ayer las calles de Vilamur. Y a falta de terminar hoy, todo apunta que se llegará a los 3.000 asistentes, el doble que el año pasado. Otra de las novedades, un espacio gastronómico para que las familias pasen allí el día.

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.MARIONA KISKERI

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.

El público familiar fue el más presente en el primer día de festival y los más pequeños se lo pasaron en grande con los talleres.MARIONA KISKERI

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