Patrimonio histórico en obras

Grúas, vallas y andamios pueblan estos días algunos de los edificios más singulares del patrimonio histórico de Lleida, ya sea por las obras de restauración en el caso de la Seu Vella –que ya han llegado al interior del claustro– o por las de limpieza y mantenimiento en el antiguo Hospital de Santa Maria, la sede del Institut d’Estudis Ilerdencs (ver desglose). Y mientras unos ‘disfrutan’ de restauraciones y mantenimiento, otros como el futuro Museu Morera en la antigua Audiencia aguardan con paciencia a que se reemprendan los trabajos de reforma tras los problemas surgidos con el presupuesto.

Así, un mes después de que los andamios comenzaron a cubrir la Porta dels Apòstols y parte del campanario de la Seu Vella, estos también han llegado ya al interior del claustro del principal monumento de Lleida. La galería oeste del claustro, la situada junto al edificio de la Canonja y entrada actual al monumento, se ha convertido ahora en la única accesible al visitante. Los operarios de la firma Barcelona Eurocatalana han habilitado un paso seguro para que el público pueda entrar y salir con comodidad de la nave central. Parte del baluarte de L’Assumpció y el campanario también han quedado cerrados ya a las visitas, mientras que los toques de campana han quedado limitados a los fines de semana y fiestas señaladas. Los horarios de la Seu Vella y visitas guiadas siguen con normalidad.

Limpieza por todo lo alto en el patio del IEI Una espectacular grúa de pluma elevadora ‘presidió’ buena parte del día de ayer el patio del Institut d’Estudis Ilerdencs, llamando la curiosidad del numeroso público que accede al edificio gótico del antiguo Hospital de Santa Maria y también de los paseantes del Eix Comercial que cruzan frente a las puertas. Algunos temieron que las obras de restauración volvían al IEI tres años después de la recuperación del edificio. Cabe recordar que en octubre de 2013 se detectaron deficiencias estructurales que obligaron a una intensa rehabilitación interna, que mantuvo por ejemplo la biblioteca-hemeroteca cerrada al público hasta enero de 2017. Pero nada más lejos de la realidad. Se trataba de las operaciones de limpieza y mantenimiento que se llevan a cabo generalmente una vez al año en las canalizaciones del agua de las cubiertas. Los operarios también aprovecharon para podar y adecentar las palmeras del patio y revisar los focos que iluminan este espacio del IEI desde lo más alto del edificio y que no son accesibles para el personal de limpieza. Por otro lado, justo en frente, en la Catedral, la semana pasada desaparecieron los andamios que durante unas tres semanas se utilizaron para reparar unas grietas descubiertas en el baldaquino, el pabellón que cubre el altar, descubiertas en verano.