La Granadella estrena dos nuevas esculturas

“Vaciar todo lo que sobra y quedarse con la esencia y no con aquello superfluo. Es algo que me ha interesado siempre, pero ahora, con la pandemia, su necesidad se ha puesto mas de manifiesto que nunca”. Es lo que pretende la escultora Marta Pruna con la pieza Buida-ment que ayer se inauguró en La Granadella, en el marco del Oliverart 2020. Se trata de un trabajo sobre un bloque de piedra arenisca de más de dos metros con radial y compresor de martillo eléctrico. Por su parte, Susana Malagón presentó El cor del mirador, un corazón con materiales naturales encontrados en el entorno natural del Coll de Bovera, con ramas y material orgánico, todo atado con cuerda de coco.

La alcaldesa de La Granadella, Elena Llauradó, señaló que se trata de una “iniciativa que despierta interés entre los artistas”. Su enclave es muy concurrido por los habitantes de la zona. Las piezas pueden verse en el paseo escultórico del mirador de les Terres de l’Ebre de La Granadella, situado en el Coll de Bovera. Oliverart nació con el objetivo de consolidarse a medio y largo plazo como uno de los espacios de arte y naturaleza de referencia de Catalunya, con proyectos artísticos de cualquier disciplina, siempre que la temática tenga como eje central la ruralidad, la naturaleza, el paisaje o la sostenibilidad del territorio. Se puso en marcha el año pasado, con la inauguración de las piezas Punts suspensius... de Sergi Quiñonero y Connexions de Cristian Gil, que sufrieron actos de vandalismo, aunque ambas fueron recuperadas posteriormente.