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PATRIMONIO BALANCE

El año horrible de la Seu Vella

El último andamio de las obras, en el pilar del claustro frente al Portal Major de acceso a la nave central.

El último andamio de las obras, en el pilar del claustro frente al Portal Major de acceso a la nave central.ITMAR FABREGAT

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Los efectos negativos de la pandemia en el sector cultural de Lleida también se dejan sentir con dureza en el ámbito del patrimonio. El edificio monumental más emblemático de la capital del Segrià, la Seu Vella, sufrió una auténtica sangría de visitantes en 2020 tanto por el cierre durante el confinamiento de primavera como por las restricciones de movilidad en el territorio a lo largo del año, aún vigentes, que imposibilitan la presencia de turistas.

Así, el balance de visitantes y usuarios del monumento se cerró el año pasado con un total de 20.327 personas, muy lejos de las 90.823 del 2019, lo que representa una caída del 77%. Eso sí, la Covid-19 no afectó el ritmo de las obras de restauración de diversos puntos del edificio, que ya están a punto de culminar (ver desglose).

El director del Turó de la Seu Vella, Joan Baigol, recordó a SEGRE que el monumento cerró al público desde mediados de marzo y no pudo reabrir hasta mediados de junio. Apenas unas semanas después, en julio, volvió a verse afectado por el nuevo confinamiento comarcal del Segrià.

Así, por ejemplo, el mes de julio –en el que el edificio formó parte de la red de refugios climáticos de la Paeria– recibió tan solo a 319 personas, cuando en el mismo mes del año 2019 había recibido a casi 8.000. Entre agosto y septiembre, las 17.000 visitas de 2019 se vieron reducidas a solo 3.172.

Y en noviembre, con las nuevas restricciones, se pasó de los 9.192 visitantes y usuarios de 2019 a solo 1.112. Desde entonces, con los confinamientos municipales y ahora comarcales, “poca cosa hacemos”, reconoce Baigol.

La vuelta a la ‘normalidad’ también se contempla de lejos..

Las obras de restauración culminarán en quince días

En unos quince días quedarán listos los trabajos de restauración de la cubierta del claustro de la Seu Vella, con lo que culminarán todas las obras que comenzaron a finales de 2019. El pasado 16 de diciembre se puso fin a la rehabilitación de la Porta dels Apòstols y del templete superior y pisos de las campanas de la torre.

Ahora solo falta acabar la actuación en el pilar del claustro situado frente al Portal Major de acceso a la nave central y la instalación de diversas protecciones contra la entrada de palomas en espacios del campanario. “Entre esta semana y la que viene se acabarán las obras, y en quince días todo volverá a estar abierto al público”, confirmó Baigol.

El monumento ha iniciado un programa de visitas guiadas los sábados y domingos (11.00 h.) para que vecinos de Lleida puedan descubrir espacios ‘nuevos’ de la Seu Vella como la sacristía, las capillas de Jesús y Requesens o, próximamente, la restaurada Porta dels Apòstols.

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