SEGRE

PLEITO LITIGIO POR EL PATRIMONIO

El Museu de Lleida se vacía entre reproches del obispo y Cultura

Los soportes que exponían las cajas sepulcrales de Sigena, el martes, vacíos.

Los soportes que exponían las cajas sepulcrales de Sigena, el martes, vacíos.MUSEU DE LLEIDA

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El litigio por las 111 obras de arte originarias de las parroquias segregadas del obispado de Lleida ha acabado por romper la unidad del Consorci del Museu de Lleida. La Generalitat y el obispado se culpan mutuamente de que mañana salgan del Museu parte de las obras más importantes de la colección en litigio (el resto lo harán el día 10).

La consellera de Cultura, Àngels Ponsa, dijo que el arte se va porque así lo pidió en una carta el obispado, propietario del arte según ha defendido siempre el Consorci (no así los jueces). Ayer respondió la diócesis con un comunicado en el que afirma que tanto el obispado como la Generalitat han hecho lo mismo, acatar la sentencia judicial, y además cuando el obispo mandó una carta a la conselleria en la que afirmaba su intención de acatar la orden del juzgado, la Generalitat ya había licitado el traslado de las obras, con lo cual había tomado antes la misma decisión.

El comunicado añade que el obispado, “a pesar de entender que hay que respetar las normas de un tribunal competente, después de escuchar a todos los órganos de consulta, accedió a recurrir la sentencia que obligaba a entregar las 111 obras de la Franja ante la Audiencia Provincial oscense, con el fin de seguir conservando y exhibiendo el legado cultural e histórico” que se ha conservado “atentamente a lo largo del tiempo”. Según el comunicado, “lamentando la decisión” del juez “y estando en desacuerdo con la misma, este obispado manifestó por carta a la presidenta del Consorci [la consellera], carta que después envió al juzgado, que por su parte no podía hacer otra cosa que autorizar la entrega de las piezas reclamadas”.

La consellera Ponsa había culpado a la diócesis de romper la unidad del Consorci con el envío de esta carta..

Paralelamente, las obras de remodelación de la sala del gótico en el Museu de Lleida avanzan a buen ritmo. Ayer se eliminaron los soportes en los que se exponían las cajas sepulcrales del monasterio de Sigena, que al quedar vacíos se convirtieron en una metáfora de lo que sucedió la madrugada del 11 de diciembre de 2017, cuando la Guardia Civil se personó en el museo para llevarse 44 obras de arte pese a que la sentencia que obligaba a entregarlas no era firme. Aquella operación se hizo aprovechando que la Generalitat, intervenida con el 155, no recurrió.

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