Toni Cruanyes se estrena como novelista con el premio Pla

El periodista Toni Cruanyes ganó ayer el premio Josep Pla con La vall de la Llum mientras que la también periodista Inés Martín Rodrigo se llevó el Nadal con Las formas del querer. Los dos ganadores se dieron a conocer ayer en el Hotel Palace de Barcelona, en un acto que, por segundo año consecutivo, se celebró sin la tradicional cena literaria a raíz de la pandemia. Los autores presentaron sus obras con pseudónimo, Maria Becana en el caso de Cruanyes, y Candela Vázquez en el caso de Martín, y con título ficticio, El llibre de l’avi y La vida que se fue, y señalaron que ambas novelas tienen un alto componente personal.

En el caso de Cruanyes, la historia gira entorno a “una familia de origen campesino que se transforma al ritmo de un mundo que se abre a gran velocidad”. De hecho, el “motor” que le impulsó a escribir fue, precisamente, la defunción de su abuelo en una residencia geriátrica durante la primera oleada de la Covid. En este sentido, Cruanyes explicó que el relato evoca la vida de su abuelo, pero también la historia del tiempo en que vivió.

“Es un homenaje a una generación entera de hombres y mujeres que sobrevivieron a una guerra cuando eran niños, y han tenido que hacer frente a una pandemia desde las residencias al final de su vida”, dijo. En su discurso, Cruanyes aseguró que es un “honor” recibir el premio Josep Pla, citando otros ganadores históricos, como Terenci Moix, Baltasar Porcel o Teresa Pàmies, pero también otros más recientes como Empar Moliner, Carme Riera, Antoni Basses. Así, definió el galardón como un “reto”, ya que este libro le ha servido para estrenarse en un nuevo género literario: la narrativa histórica.

“Es un voto de confianza, un impulso que me señala un camino que tiene mucho por explotar”, subrayó. Por su parte, Martín Rodrigo admitió que ser premiada con el Nadal es “todo un honor y un privilegio” y reconoció que se trata “de un sueño hecho realidad”. Según la periodista, Las formas del querer narra la historia de su familia a través de los recuerdos de su abuela, paralela a la historia de España, y que va desde la Guerra Civil hasta los tiempos actuales.

“Noray descubrirá las formas que tiene para amar, y verá que la mejor manera de hacerlo es ser fiel a sí misma”, concluyó. Durante su discurso, tuvo un recuerdo para su madre y señaló que todo lo que hace “es por ella”, y explicó el alto componente personal que tiene su novela. “Creo en el poder terapéutico y reparador de la literatura, y también estoy convencida que todo aquello que no se menciona no existe; por eso escribí la novela, por encontrar la luz en medio de los tiempos oscuros que estamos viviendo en estos momentos”, expresó.