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Andrés Iniesta intenta avançar davant de l’oposició d’un jugador albanès ahir durant el partit de classificació per al Mundial de Rússia del 2018.

Andrés Iniesta intenta avançar davant de l’oposició d’un jugador albanès ahir durant el partit de classificació per al Mundial de Rússia del 2018.

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La selección española impuso la lógica en Albania para sumar una victoria por 0-2 con goles de Diego Costa y Nolito, un duelo más cómodo de lo que indica el marcador que permite al equipo entrenado por Julen Lopetegui mantenerse al frente del grupo G de clasificación para el Mundial de Rusia. Sin embargo, a falta de buen fútbol y con un partido que se resolvió en la segunda parte, se encendió la última polémica absurda con Gerard Piqué.

En esta ocasión, el descontento era bicolor por la ausencia de los habituales ribetes en las mangas. Haber cortado esas dos bandas de colores amarillo y rojo fue el ‘pecado capital’ del central azulgrana porque se había ‘cargado’ la bandera de España y las redes sociales se encendieron. Cuando la Federación Española de Fútbol aclaró que no hay ninguna bandera en el uniforme, la réplica se centró en los colores. Daba igual. Se trataba de marcar, otra vez, a Piqué. No valía ni indicar que tanto De Gea como Silva también lo habían hecho y nadie había reparado en ello. Nueva situación surrealista a falta de buen fútbol. Piqué, cansado de estar de nuevo en el ojo del huracán y de una forma injusta y absurda, anunció tras el partido que abandonará la selección tras el Mundial de Rusia de 2018 (ver desglose).

Por lo que respecta al partido, Albania, que había ganado sus dos primeros partidos de esta fase de clasificación, logró aguantar en la primera parte sostenido por Etrit Berisha. El portero del Lazio protagonizó sendas paradas de mucho mérito ante Koke y Vitolo, que a punto estuvieron de abrir el marcador, igual que Diego Costa, cuyo remate de cabeza se marchó fuera.

Tres grandes ocasiones desperdiciadas por España en la primera hora de juego, no había premio para el abrumador dominio que elevó la posesión visitante casi hasta el 80 por ciento. El técnico italiano del conjunto albanés, Gianni De Biasi, tenía claro que su única oportunidad de sorprender era repliegue absoluto e intentar salir al contraataque, pero sus pupilos solo tiraron a puerta una vez en todo el partido y ni siquiera fue entre los tres palos.

El dominio español sí encontró premio tras el paso por vestuarios, con dos goles en apenas ocho minutos que encarrilaron el esperado triunfo.

Llegaron los tantos al mismo tiempo que la abundante lluvia y fue Diego Costa quien encarriló la faena. Berisha emborronó su gran actuación en la primera mitad con un pésimo balón despejado que permitió a David Silva plantarse solo ante el guardameta tras un pase interior de Vitolo. El canario regaló el tanto a Diego Costa.

Nolito se encargó de agrandar la ventaja. Solo llevaba tres minutos sobre el campo cuando se fabricó una jugada personal dentro del área y definió con clase, raso y al palo contrario.

En la última media hora de juego no ocurrió prácticamente nada reseñable más allá de la lesión de Sergio Ramos, que sufre un esguince de rodilla y estará un mes alejado de los terrenos de juego.

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