Las peñas del Lleida Esportiu, a las que el club ya no reconoce como tales, reaccionaron ayer con indignación y acusaron de mentir y manipular al presidente Albert Esteve, tras la rueda de prensa del martes en la que este denunció amenazas y actos vandálicos, al tiempo que aseguró que tiene listas de aficionados conflictivos a los que vetará el acceso al Camp d’Esports.
Silvia Hoyas, de Molo Esportiu, dijo que “estamos muy decepcionados porque esperábamos un tono conciliador pero vemos mucho rencor en el club. El presidente no dijo la verdad y utiliza los cuatro gritos totalmente condenables para que
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