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Aleix Vidal es felicitado tras marcar el tercer tanto que cerraba la goleada ante el cuadro vasco.

Aleix Vidal es felicitado tras marcar el tercer tanto que cerraba la goleada ante el cuadro vasco.

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Cinco tiros a puerta, tres goles. Así tumbó ayer el Barcelona (3-0) al Athletic Club, que cuajó una muy buena primera parte en un escenario tan complicado como el Camp Nou y, aunque se diluyó en la segunda mitad, no mereció tanto castigo. Con el duelo copero frente al Atlético de Madrid del próximo martes en el horizonte, Luis Enrique cumplió con lo que había prometido en la víspera y apostó por las rotaciones, que fueron muchas. El técnico asturiano, que ya había dejado fuera de la convocatoria a Andrés Iniesta y Sergio Busquets, que podrían reaparecer ante los colchoneros, también reservó a Luis Suárez, que se quedó inédito en el banquillo, y le ahorró a Messi la última media hora de partido, en un cambio pactado con el argentino pensando claramente en la cita copera ante el conjunto madrileño.

No fue el día de Gorka Iraizoz, fusilado en el primer tanto local, pero que pudo hacer más en los otros dos. Y eso que, por juego, el Athletic fue mejor que el Barça en esos primeros 45 minutos, en los que dispuso de varias ocasiones claras para batir a Ter Stegen, el mejor de los azulgranas en la primera mitad. Nada más empezar el partido, Raúl García, aprovechándose de una indecisión defensiva azulgrana, enviaba una media vuelta al palo y, a los diez minutos, Williams cabeceaba fuera, solo frente a Ter Stegen, un centro desde la izquierda de Laporte.

Luis Enrique cambió al argentino faltando media hora y Luis Suárez no jugó ni un solo minuto

El meta alemán del Barcelona se encargaría de abortar las dos siguientes incursiones de los de Ernesto Valverde: un mano a mano con Williams, tras superar el delantero del Athletic a Piqué por velocidad –el azulgrana ya había visto una amarilla tras un error suyo y evitó entrarle–, y un tiro desde la frontal de Raúl García, tras otro mal pase de la zaga, esta vez de Umtiti, fruto de la presión tan arriba que hacían los vascos.

Los de Luis Enrique, con sus habituales problemas para superar esa presión asfixiante, necesitaron mucho menos para marcar. Entre Messi y Neymar llevaron todo el peligro a la meta defendida por Iraizoz. Y ya se sabe, cuando Leo y Ney están inspirados y se buscan constantemente, no hace falta mucho más para que llegue el gol. Una jugada personal del punta brasileño, ayer el mejor del Barça, acababa con el remate a gol, de primeras, de Paco Alcácer, a los 18 minutos. El delantero valenciano volvía a marcar en Liga nueve meses después.

Messi se encargó de hacer el segundo, a cinco minutos para el final de la primera parte al sorprender a Iraizoz, en un lanzamiento de falta escorado que el portero del Athletic se comió, al esperarse el centro y no el remate a puerta del genio rosarino. Pero los vizcaínos aún podrían haberse ido al vestuario con un tercer tanto en contra. No fue así, porque Neymar cruzó demasiado su tiro después de hacer un maravilloso eslalon por la banda izquierda en el que dejó sentado a San José, en la jugada que cerraba el primer acto del partido.

Rafinha inauguraba la segunda mitad con un cabezazo que pegaba en el exterior de la red de la portería de Iraizoz, en una jugada ensayada, pero tenía que abandonar el campo poco después. Ter Stegen le causaba una aparatosa herida en la frente con los tacos de su bota en una salida y el centrocampista brasileño, que no paraba de sangrar, no pudo seguir.

Rakitic era el encargado de sustituirle. Fue el segundo cambio de Luis Enrique, pues al descanso, el preparador asturiano daba entrada a Mascherano para relevar a Piqué, con una sobrecarga en el aductor izquierdo. Mientras tanto, Valverde sentaba a Lekue y se jugaba la carta de Aduriz, reservado en sus dos últimas visitas al Camp Nou. Sin embargo, el Ahtletic fue un equipo estéril arriba tras la reanudación, nada que ver con el que se había visto en la primera parte.

El Barça lo tuvo fácil en la reanudación. Neymar y Messi remataron desviado antes de que el rehabilitado Aleix Vidal, en jugada personal, batiera a Gorka con la colaboración del portero visitante, para hacer el 3-0. El propio Aleix pudo hacer el cuarto poco después, pero esta vez sí se encontró con la oposición de Iraizoz. Los azulgranas no sufrieron, pese a no contar con Messi la última media hora. Eraso, que disparó muy desviado solo frente a Ter Stegen, y Muniain, que puso a prueba al meta local en el tiempo añadido, llevaron todo el peligro ante un Barça que se sitúa a un punto del Madrid, cuyo partido ante el Celta se ha aplazado.

Aleix Vidal es felicitado tras marcar el tercer tanto que cerraba la goleada ante el cuadro vasco.

Aleix Vidal es felicitado tras marcar el tercer tanto que cerraba la goleada ante el cuadro vasco.

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