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Leo Messi celebra uno de los dos goles que ayer le marcó a la Real Sociedad y que dieron tres importantes puntos.

Leo Messi celebra uno de los dos goles que ayer le marcó a la Real Sociedad y que dieron tres importantes puntos.EFE

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Dos goles y una asistencia de Leo Messi dieron una victoria al Barcelona ante la Real Sociedad (3-2) que le mantiene con vida antes del clásico del próximo domingo en le Bernabéu. Fue un partido con un primer tiempo loco –los cinco goles se marcaron en ese periodo– y un segundo con más presencia de la Real, con un equipo azulgrana prácticamente pidiendo la hora.

Y es que la Real, que no ganaba en el coliseo azulgrana desde 1991, vio claro desde el primer minuto que se le presentaba una gran ocasión de enterrar su mala racha. En la primera jugada visitante, Piqué ya tuvo que sacar un tiro de Oyarzabal que se colaba en la portería de Ter Stegen. Los problemas para la zaga no acabaron, ni mucho menos, ahí. El propio Oyarzabal tendría dos ocasiones más antes del cuarto de hora. Tuvo que aparecer el de siempre, Messi, para deshacer el entuerto a los 17 minutos y acallar los primeros murmullos nerviosos del Camp Nou. Tras una gran jugada de Alcácer y pase final de Suárez, el argentino se sacó un zurdazo desde la frontal, seco y raso, que se coló pegado al palo izquierdo de la portería de Rulli.

El Barça se serenó con el tanto y fue de menos a más. Messi estuvo a punto de hacer el segundo, poco después, pero chocó con Rulli en la línea de gol cuando se disponía a rematar una asistencia de Luis Suárez. No falló en el segundo intento, aunque fuera casi sin querer, después de que su socio uruguayo robara un balón dentro del área y fusilara a Rulli, que desviaba el balón con el pie para que lo empujara a gol el astro de Rosario.

Pero este Barça, que en una semana ha dilapido seriamente parte de sus opciones en Liga y casi todas en la Liga de Campeones con las derrotas de Málaga y Turín, es ahora mismo un equipo muy poco fiable. Y así lo demostró. Un tiro de Íñigo Martínez desde el área pequeña lo introducía dentro, sin querer, Umtiti para situar el 2-1 tres minutos antes del descanso. Y aunque Paco Alcácer, sustituto ayer del sancionado Neymar, convertiría en el 3-1 una asistencia de Messi en la jugada siguiente, la Real aún tendría tiempo de anotar el segundo en el añadido y poner el partido al rojo en otro error de la zaga. Willian José ponía un centro al corazón del área y Xabi Prieto se anticipaba a Umtiti, Piqué y Jordi Alba para rematarlo con una sutil volea ajustada al palo izquierdo de Ter Stegen. La foto del gol resume a la perfección los males de este Barça, un equipo cuya creciente fragilidad defensiva está arruinando sus opciones en esta recta final de temporada.

Tras ese primer tiempo loco, parecía claro que los azulgranas saldrían en la segunda mitad decididos a templar el partido. Sin embargo, el equipo de Luis Enrique se fue haciendo más pequeño a medida que pasaban los minutos y veía como la Real iba imponiéndose por ganas y juego, creando ocasiones de peligro. El Barça resoplaba apurado y apenas se acercaba al área visitante. Solo algún chispazo de Messi y el arrojo de un Sergi Roberto ayer inconmensurable le daban algún respiro.

Luis Enrique, que había reservado a Iniesta pensando en la remontada contra la Juventus, daba entrada al manchego para poner algo de pausa en los veinte minutos finales. La Real llegaría ya poco más. Rakitic y Denis Suárez buscaron el cuarto, pero se toparon con Rulli en la recta final. En el añadido, Yuri tuvo el 3-3, pero su disparo cruzado con la zurda no encontró portería. En la jugada siguiente, Luis Suárez pudo sentenciar, pero Rulli tapó bien su disparo en el uno contra uno.

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