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Cruda realidad

El Barça no puede obrar otra milagrosa remontada y dice adiós a la Champions sin marcar un solo gol en dos partidos || El equipo luchó, gozó de ocasiones pero se estrelló ante el muro de una sólida Juve

Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.

Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.EFE

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No hubo segundo milagro en el Camp Nou, donde el Barcelona, en el último partido europeo de Luis Enrique en el banquillo azulgrana, empató sin goles y fue incapaz de remontar el 3-0 que se trajo de Turín frente a un sólido Juventus, que controló en todo el momento el partido y nunca vio peligrar su pase a las semifinales.

El Barça fue este miércoles un equipo muy diferente, con más tensión competitiva, pero eso no le bastó. El lastre del partido de ida fue demasiado pesado y pese a que lo intentó de todas las maneras (20 remates), los azulgranas no estuvieron nada acertados (dos tiros entre los tres palos). Y es que los azulgranas, que en sus filas tiene al mejor tridente ofensivo del mundo, fue incapaz de marcarle ni un solo gol a la Juventus en 180 minutos. Ocasiones no les faltaron, tanto en Turín como este miércoles en el Camp Nou, pero sin puntería.

Descentró a los azulgranas con su permisividad, dejando de señalar hasta un claro penalti

Quienes pensaron que el partido podía ser un calco del vivido hace más de un mes ante el París Saint Germain se equivocaron. Ni la Juve jugó como los parisinos ni el planteamiento de Allegri fue el de Emery. Fueron a buscar los juventinos al Barça desde el inicio. Forzaron las pérdidas de los azulgranas y se encontraron con un árbitro que dejó jugar mucho, lo cual descontroló inicialmente al equipo de Luis Enrique frente a un rival muy físico. El colegiado holandés estuvo desigual en sus decisiones, castigando en exceso el juego azulgrana y siendo permisivo con el italiano. Ni una dura entrada de Pjanic a Messi, que tuvo que ser retirado con un corte en la mejilla, fue suficiente para sacar una tarjeta, que sí vio Neymar por protestar la desmesurada entrada del exmadridista.

Recuperaba el Juventus y salía a la contra con la velocidad de Dybala, este miércoles muy apagado, o de Cuadrado y tenía la referencia de Higuaín en ataque. Este último fue el primero que lo intentó antes de cumplir el primer cuarto de hora de partido, pero a partir de ese momento las cosas cambiaron. El Barça empezó a ver el camino. Busquets recuperaba cada vez más cerca del campo de los turineses, el juego se centraba en la banda izquierda con Neymar y Alba como protagonistas, Messi buscó el balón e Iniesta también reclamó su cuota de protagonismo, este miércoles completando todo el partido.

Un remate de Rakitic y un pase en diagonal de Messi sobre Alba que no llegó por centímetros fueron los primeros avisos, aunque quien más cerca la tuvo fue el argentino, quien en la mejor ocasión del primer tiempo cruzó demasiado el balón con Buffon ya batido (min.19). El primer gol, tan necesario para dar credibilidad a una segunda remontada histórica, no llegaba.

Con el paso de los minutos, la Juventus cada vez juntaba más sus líneas sobre su portería y se prodigaba menos en ataque. El planteamiento de presionar arriba de Allegri había desaparecido y tocaba jugar a la italiana. El Barça tenía el balón, pero no generaba demasiado fútbol más allá de jugadas con más corazón que cabeza, un mal síntoma para los locales que, además, no estaban nada finos en los metros finales, especialmente Luis Suárez, que en los últimos partidos parece haber perdido su voracidad.

Además, el desconcertante arbitraje de Kuipers descentró aún más al Barça, especialmente a Neymar. Antes del descanso, Messi tuvo una doble ocasión en el 31, pero la Juve se desperezó e inquietó por medio de Higuaín, que remató mal cuando estaba en muy buena posición (min.38). El cuadro azulgrana apuró los últimos minutos del primer asalto en busca del gol que le diera esperanzas para el segundo, pero no llegó.

Los aficionados despidieron a los jugadores con una gran ovación a pesar de la eliminación europea

Consumido el primer capítulo, el Barcelona sabía que necesitaba algo más para intentar inquietar a un rival con mucho oficio y que no se descompuso en ningún momento, con una defensa sin apenas resquicios ni errores. Así que Luis Enrique, como hacía Johan Cruyff con Alexanko, ordenó a Piqué jugar prácticamente de improvisado delantero durante muchos minutos.

Pero tampoco surtió efecto. En un error de Jordi Alba, Cuadrado pudo adelantar a su equipo a los cinco minutos de la reanudación, pero tampoco anduvo fino el colombiano. Y a partir de entonces, Messi capitalizó todo el juego de ataque del Barça. El diez azulgrana tuvo tres buenas ocasiones, todas ellas con remates desde fuera del área que estuvieron a punto de sorprender a Buffon. La primera, en una asociación con Neymar cuyo disparo salió rozando el larguero; la segunda, una falta desde la frontal que salió alta; y la tercera, un centro con la cabeza de Luis Suárez que Messi, con la derecha, envió también por encima del larguero.

Viendo que era imposible marcar, Luis Enrique lo puso todo en juego con la entrada de Paco Alcácer por Rakitic en el minuto 58. Los azulgranas controlaban, llegaban, pero se encontraban con el muro planteado por Allegri y cuando lo superaban no eran capaces de afinar su puntería. Con el paso de los minutos, el juego del Barcelona se fue diluyendo. El guión del partido no cambió en la recta final, con los locales volcados sobre el campo contrario, la Juventus tuvo un par de buenas ocasiones para llevarse incluso la victoria, que hubiera sido del todo injusta, como lo fue el 3-0 de la ida. Ni un penalti claro por mano de Sandro la llegó a ver ni el árbitro ni los dos asistentes.

Pese a la eliminación, que supone el adiós europeo del Barça en el último partido de Luis Enrique, la afición dio toda una lección y despidió a sus jugadores con una gran ovación y ondeando las banderas. Ahora toca rehacerse porque este domingo el equipo se juega la Liga en el Santiago Bernabéu.

Apuntes

  • El clásico probará la fortaleza mental del equipo. Fuera de la Champions, el equipo azulgrana se jugará el próximo domingo su futuro en la Liga en el clásico del Santiago Bernabéu ante el Real Madrid, toda una prueba para el ánimo de los barcelonistas, a los que aún les quedará la final de la Copa del Rey ante el Alavés.
  • La afición recibió a Alves con tímidos aplausos. Dani Alves, que volvía por primera vez al Camp Nou como rival, fue recibido con tímidos aplausos por parte de la afición cuando por megafonía fue presentado: “Damos la bienvenida a Dani Alves, que consiguió 26 títulos durante los años que vistió de azulgrana. ¡Bienvenido, Dani!”.
  • Monumental pitada al himno de la Champions. El malestar entre el FC Barcelona y la UEF A originado por las sanciones a las esteladas continúa y este miércoles, antes del inicio del partido, la afición volvió a manifestar su enfado con una monumental pitada cuando el himno de la Champions comenzó a sonar por los altavoces. 
Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.

Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.EFE

Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.

Luis Suárez y Leo Messi se lamentan de la mala fortuna que ayer tuvo el equipo azulgrana, igual que ocurrió en el partido de ida disputado en Turín.EFE

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