Adiós a lo grande

El Actel Força Lleida no jugará finalmente el play off de ascenso que durante tantas jornadas mereció. El gran último cuarto de ayer, en el que dio la vuelta al partido y hasta igualó la desventaja de 16 puntos con el Ourense, no le dio para llegar con opciones a la última jornada, pero se despide a lo grande, con una victoria de mérito (78-66), la decimoséptima de la temporada, y con una imagen y un pundonor que ha cautivado a una afición que ayer se volvió a entregar a los suyos.

El Ourense, al que le bastaba con la victoria para asegurarse un puesto en el play off, salió con el scouting del rival bien aprendido. Armó una defensa de ayudas sobre Nevels que secó por completo su producción en ataque, no así en otras facetas, como el rebote (dos capturas) o las asistencias (4 pases), en las que la aportación del estadounidense fue clave para que el cuadro orensano no se despegara de buenas a primeras. Con su referente negado ante el aro, el Actel se atascó tras su primera ventaja (6-5, m.3) y encajó un parcial de 2-10 (8-15) que obligó a Borja Comenge a parar rápidamente el partido.

Cuando todo parecía sentenciado, el Actel firmó un parcial de 21-0 que le dio esperanzas

Fran Guerra era el amo y señor de la zona y hacía estragos bajo el aro, ya fuera anotando o forzando personales. Aun así, los de negro salvaron los muebles en el primer cuarto gracias a los tiros libres de Demetrio y al acierto de Feliu, que de nuevo exhibía su idilio con el triple (14-18). En el segundo asalto el Força Lleida dio muestras de mejoría, esta vez liderado por Marc Martí, quizás el mejor de los leridanos, después de Nevels, en este último tercio de temporada. El pívot de Belianes rompió al Ourense desde los 6,75. Su primer triple permitió empatar el partido a 21 puntos y el segundo les otorgó la segunda ventaja (24-23). La primera canasta de Nevels, ya superado el ecuador del segundo cuarto, mantuvo a los leridanos al frente, pero varias imprecisiones en ataque y los triples de Kapelan permitieron al Ourense irse a los vestuarios con una renta de tres tantos (28-31).

El objetivo de remontar los 16 puntos se antojaba complicado, pero el Actel, aunque fuera a cuentagotas, daba muestras de tener recursos para competir de tú a tú con el cuadro gallego que, por contra, con poco conseguía cómodas rentas. Y en el arranque de la segunda parte ocurrió lo segundo. Una mala gestión del Actel, demasiado permisivo en defensa y fallón en ataque, donde seguía desaparecido un Nevels ahogado por la defensa rival, hizo que los gallegos lograran en un abrir y cerrar de ojos su máxima ventaja en todo el partido, nueve puntos, gracias al acierto de Mitrovic y un 2+1 de Wright, en una infantil falta de Martí, que se llevó la bronca de Comenge en el tiempo muerto. Pero el de Belianes, herido en su orgullo, respondió de inmediato con un triple que rompía la mala dinámica (33-39), justo en la jugada en la que se lesionaba en el tobillo Sutina, tenendo que retirarse al vestuario. Un arreón final de los de negro apretó al máximo el partido (44-45) y dio cierta esperanza para un último asalto en el que se desató la locura.

Fuera porque el Ourense veía imposible perder por más de 16 puntos, o porque el Actel quería despedirse de su afición con buen sabor de boca –en ese momento el Palma estaba ganando por más de 20 puntos al Prat–, el partido dio un vuelco radical. A los leridanos, como si estuvieran tocados por una barita, les empezó a entrar todo lo que lanzaban, especialmente a Sevillano. El canterano encadenó cinco puntos seguidos, Feliu le siguió con un triple y Demetrio completó un 10-0 de parcial que obligó al técnico gallego a parar el partido.

Ni con esas pudo parar el vendaval leridano. Sevillano y Feliu continuaron con su exhibición particular y el parcial llegó hasta un espectacular 21-0 (65-49). En ese momento el average estaba igualado y el Ourense se tambaleaba. El Actel pudo aumentar su cuenta pero erró y Fran Guerra, con los tiros libres, y Kapelan, con un triple que celebró como si hubiera ganado la Liga, evitaron que los leridanos llegaran vivos a la última jornada. Aun así, una despedida digna de una gran temporada para un equipo que hace ahora un año estaba en la categoría de LEB Plata.