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© El Camp Nou desplegó una pancarta en homenaje a Messi por sus 500 goles.
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© La habitual dedicatoria de Messi tras marcar uno de sus dos goles.
EFEEl Barcelona volvió a endosar una goleada a Osasuna (7-1), como en los últimos años ha ocurrido con los navarros, en un partido práctico de los de Luis Enrique y emotivo por el homenaje a Messi por sus 500 goles –ampliados este miércoles a 502– y tras la exhibición en el Bernabéu. El Barça continúa líder, empatado a puntos con el Real Madrid, pero los blancos con un partido menos, mientras que el conjunto navarro consumó el descenso a Segunda división al ganar este miércoles el Leganés.
Luis Enrique dejó en el banquillo a cinco titulares de la gran victoria en el Bernabéu (Alba, Sergi Roberto, Umtiti, Iniesta y Luis Suárez) y dio entrada a Mascherano y cuatro jugadores muy cuestionados, Digne, Denis Suárez, Arda Turan y André Gomes, estos dos últimos jugando de extremos.
La primera parte fue un monólogo de los azulgranas, que, aunque no cuajaron un partido para enamorar, no permitieron nada a Osasuna. El equipo navarro no ofreció nada más que un repliegue como pudo en defensa e intentó salir sobre Messi cada vez que el argentino recibía en la frontal. Parecía que la única consigna era que, ante las bajas de Luis Suárez (descanso) y Neymar (sanción), a Messi había que impedirle que generase fútbol.
La idea expresada con ironía por Petar Vasiljevic en la víspera, de que para parar a Messi se necesitaban “esposas y pistola”, la entendieron bien algunos de sus jugadores. El ‘10’ azulgrana presionó con acierto en un pase de Fausto hacia atrás y se encontró con el balón en los pies y todo el campo para llegar sin obstáculos a la meta de Sirigu, al que batió tras prepararse la pelota con tranquilidad (1-0). Con ese tanto, a Osasuna no solo se le oscurecía la noche, nublada, fría y lluviosa, sino que encajaba su gol 76 en esta Liga, el peor registro de su historia.
Volcado el Barcelona sobre el área de Osasuna, el partido cayó en una monotonía que aburrió incluso a los jugadores. Solo Messi se atrevía a arriesgar, con jugadas individuales o con intentos de marcar un segundo tanto. La falta de sus socios habituales (Neymar y Luis Suárez) llevó al argentino a vivir de los pases de Busquets y Rakitic para arrancar alguna acción desde el centro. A la media hora, el Barcelona marcó el segundo, obra de André Gomes (2-0), tras haber recuperado el balón Busquets y después de un nuevo centro preciso de Rakitic.
De la apatía de la primera parte despertó en la segunda Osasuna con una primera aproximación al área azulgrana que frenó en falta Busquets. Roberto Torres fue el encargado de lanzarla y en la ejecución directa dejó clavado a Ter Stegen, que vio cómo le entraba por la derecha el balón (2-1).Steven jugó al límite en una carga dentro del área a Rakitic, que pudo haber acabado en penalti, y poco después el Barcelona remató a un poste tras un disparo de Piqué y el rechace lo recogió André Gomes para marcar su segundo tanto (3-1).
Una nueva acción azulgrana acabó en Messi, quien se fue preparando el balón hacia la izquierda hasta que encontró un hueco y desde fuera del área lo colocó con fuerza junto a un poste (4-1). Después del tanto, Messi acabó sustituido para descansar y en la acción siguiente Paco Alcácer marcó el quinto de la noche (5-1). La inocencia de Osasuna llevó a Roberto Torres a cometer un penalti sobre Denis Suárez. Sin Messi ni Neymar en el campo, el público reclamó que fuese Javier Mascherano el protagonista de la acción. En su partido número 319, Mascherano marcó, de penalti, su primer gol como azulgrana (6-1). Alcácer cerró el encuentro con su segundo tanto (7-1).