Otro leridano al Mundial

Lleida tendrá este año a dos pilotos en el Campeonato del Mundo de trial, algo que no sucedía desde hacía más de 20 años. Arnau Farré, de 18 años y que tras tres temporadas en el Mundial de jóvenes da el salto a la máxima categoría, y Sergio Ribau, de 16, que se estrena en el certamen de promesas, cogen el relevo de los históricos Marcel Justribó y Jordi Pascuet, que compitieron durante varios años en la élite del trial.

Para ambos será su bautizo. Farré, actual líder del Europeo y que ya lleva dos años compitiendo contra los grandes en el Campeonato de España, afrontará su estreno en la élite, el TrialGP, con aspiraciones de estar entre los diez primeros. “Ese es el objetivo, y sé que no será nada fácil, pero creo que hemos hecho una gran pretemporada y me veo capacitado para competir y estar arriba”, indicó el piloto de Vilanova de Segrià, que en el Mundial competirá bajo la estructura de la Federación Española.

Los dos pilotos cogen el relevo de Marcel Justribó y Jordi Pascuet, que compitieron en la élite

Los cambios introducidos en el certamen por el nuevo promotor privado, especialmente con la inclusión de unos entrenamientos oficiales para definir el orden de salida en la carrera (antes se hacía ateniendo a la clasificación general), son toda una incógnita a su juicio. “Será muy diferente, pero hasta que no lo probemos no sé si me irá mejor o peor, pero ya de entrada pinta bien”, indicó.

Sergio Ribau, por su parte, lleva un 2017 plagado de cambios. Por primera vez vive fuera de su casa de El Pont de Suert, concentrado en la escuela de talentos que la Federación Catalana tiene en Ripoll, donde entrena y estudia, mientras que deportivamente ha subido de categoría y ahora compite en TR2, la antesala a la élite, en la que ocupa la décima posición. Ahora está a las puertas de su estreno mundialista, que será este fin de semana en Camprodon (Girona), donde competirá en la tercera categoría, la Trial125. “Está siendo un año muy importante para mí a nivel deportivo y creo que estoy mejorando porque en Ripoll puedo entrenar a diario, algo que no podía hacer en casa”, explica el joven piloto, que afronta su estreno con ambición. “Mi objetivo es hacerlo bien y aprender, pero no descarto que si las cosas me salen como espero pueda luchar por estar en el podio, aunque sé que será muy complicado por el nivel que habrá”.

Ribau, que tiene un presupuesto de unos 44.000 euros para toda la temporada, tomará parte en todas las pruebas del certamen menos la de Japón, la única de dos días de duración que ha descartado por el elevado coste que supone. Además, ha “fichado” de mochilero a otro piloto leridano que compite en el Campeonato de España, Marc Cots, quien suplirá a su entrenador, Marcel Justribó, cuyas tareas en su escuela de pilotos le impiden compaginar el Mundial.