La Vuelta invade territorio leridano

Matteo Trentin ganó este martes la cuarta etapa de la Vuelta, disputada entre Escaldes-Engordany y Tarragona, con cerca de 130 kilómetros por territorio leridano y en la que Chris Froome mantuvo el liderato.

Las localidades leridanas por las que transcurrió la etapa se volcaron con los ciclistas, mientras que ‘Tàrrega per la Independència’ repartió esteladas entre los aficionados al paso del pelotón por la capital del Urgell.

Jornada de calor y transición para los favoritos, que no sufrieron con la escapada controlada. Froome mantuvo los dos segundos de ventaja sobre el barcelonés David de la Cruz y Nicolas Roche. Enseguida se animó la mañana.

Cinco ciclistas protagonizaron la jornada con una aventura anulada a ocho kilómetros de meta

Apenas atravesado el paso fronterizo de Andorra se lanzaron a la aventura cinco ciclistas. Vía libre para la cabalgada, contra un pelotón que admitió una ventaja máxima de 7 minutos en el kilómetro 65. El entendimiento se rompió en las primeras rampas del Alt de Belltall, donde atacó Rossetto llevándose a su rueda a Rubio.

Más bien un rodador que, cargado de ilusión, trató de despegarse del francés a 12 kilómetros de meta, cuando el pelotón asomaba. Pero no hubo manera de completar el sueño. No sirvieron los esfuerzos desplegados en 180 kilómetros.

A 8 de meta, después de pasar por Valls, la etapa volvió a nacer. El Quick Step marcó el ritmo. Así se llegó al esprint, muy desordenado, con los ‘guepardos’ en primera línea. Juanjo Lobato lanzó un ataque lejano en busca de la sorpresa.

Pero el ciclista gaditano no contaba con la reacción del italiano Trentin. Una vez que respondió se confirmaron los peores presagios para el ciclista del Lotto Jumbo y le pasó como un avión para ganar.