Imbatibles fuera

El Lleida sigue sin perder en la Liga en un desplazamiento –dos victorias y cuatro empates en seis salidas– tras empatar ayer 1-1 en el campo del Ebro. El punto deja un regusto agridulce en los de Albadalejo, que fueron de más a menos, y que bajo palos con un inconmensurable Diego Rivas, que con sus intervenciones evitó la derrota en un segundo tiempo en el que los de Albadalejo estuvieron a merced de su rival muchos minutos.

El Lleida comenzó muy bien el partido. Con un inmenso Bojan debutando como titular y fajando a los defensas rivales –las primeras cuatro faltas del Esportiu las cometió el–. El equipo parecía no acusar el inmenso desgaste que supuso el partido de Copa ante la real Sociedad. Jugando con el viento, y qué viento, en contra, maniató a un rival que lo basa todo en su fuerza física y en las jugadas de estrategia, aprovechando las reducidas dimnensiones de su terreno de juego. De hecho, en todo el primer tiempo, solo cabe destacar dos jugadas claras de gol. Un remate de Rubiato que Rivas envió a córner y el gol de Moustapha (0-1), que remachó sobre la línea de gol, por si acaso, un gran remate de cabeza de Bojan desde el segundo palo. Los de Albadalejo maniataron muy bien a los aragoneses, que se fueron al descanso casi sin entrar en el partido y con 0-1.

Tras el descanso la cosa fue distinta. Tras una clara ocasión de Jorge Félix, que envió al lateral de la red un gran centro de Aitor Núñez en una jugada que inició Bojan, el Lleida se desmoronó. Sin Bojan en el campo ya no se fijaron tan bien a los centrales, que comenzaron a salir más y mejor con el balón controlado. Y el Ebro puso cerco a la porteria de Diego Rivas. El meta del Lleida evitó el empate en un remate de Álex Cruz (54’), antes de ver como Salinas empataba el partido al desviar con la cabeza (1-1), y tras una serie de rechaces, una falta colgada al interior del area leridana, que ayer pudo volver a jugar con la camiseta de la senyera. Y a partir de aquí, el desbarajuste. El Lleida acusó el golpe ante un rival que se vino arriba y que tuvo la victoria a su merced, de no de ser por Diego Rivas, que salvó el 2-1 a tiros de Rubiato (73’ y 83’) e Ibay (80’).

Solo en el tramo final el Lleida consiguió estirarse y equilibrar el control del partido, ante un rival que acusaba el esfuerzo, con el apoyo de los aficionados desplazados a Zaragoza, que se hicieron dueños de la grada en los últimos minutos y que tuvieron incluso opciones de victoria, en sendos remates de Eneko (88’), que cabeceó por encima del larguero y otro de Fernando Pumar (94’) ya en el tiempo añadido –cinco minutos– que salió rozando el poste. Al final, reparto de puntos, el Lleida sigue en play off y con un partido ante el Villarreal B, tercero, este miércoles en el Camp d’Esports.