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Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.

Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.EFE

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El Barça sufrió ayer frente al Espanyol pero Piqué rescató un punto que permite a los azulgranas mantener su condición de invictos en la Liga (1-1). El central volvió a ser el centro de atención de un derbi en el que su gol igualó el tanto inicial de Gerard, llenando de tensión el final de un choque trabado por la intensa rivalidad y las condiciones del césped. La celebración de Piqué mandando callar a la grada blanquiazul encendió los ánimos de la hinchada y a los jugadores rivales.

Pese a la importancia del duelo, Valverde no dudó en reservar piezas clave en el esquema azulgrana con la vista puesta en la vuelta de la Copa del jueves en Valencia, dejando en el banquillo a Alba y Sergi Roberto, Rakitic e, incluso, a un Leo Messi que cedió su lugar en el once a Alcácer. El que sí estuvo fue un Coutinho que volvió a cruzarse con el equipo con el que debutó como azulgrana y con el que conoció LaLiga en su etapa como ‘perico’ en el curso 2011-12. El brasileño, con libertad para moverse por el frente de ataque, fue uno de los más activos de un inicio igualado y tuvo la ocasión más peligrosa con un disparo que se estrelló en el travesaño de la portería local.

Bajo la intensa lluvia, blanquiazules y azulgranas disputaron una primera mitad desequilibrada en el dominio de la posesión pero igualada en las ocasiones. Si Coutinho tuvo la más peligrosa de los visitantes, su compatriota Baptistao amenazó la meta de Ter Stegen con un potente disparo y un cabezazo que se marchó alto. La ordenada defensa de los de Sánchez Flores se vio ayudada por un terreno de juego encharcado, que dificultó aún más los intentos de circulación de balón barcelonistas. La zona del centro del campo fue la más castigada por la constante precipitación.

El técnico del Barça trató de desatascar el partido con la entrada de Messi y Sergi Roberto a la hora de partido, aunque la sustitución que cambió el rumbo del partido fue la inclusión de Sergio García por Jurado en los ‘pericos’. El veterano jugador, canterano del Barça, ocupó el carril derecho para asistir en sus primeros minutos a Gerard. El delantero cabeceó un buen centro de su compañero para batir a Ter Stegen con su noveno gol de la temporada (1-0).

Con todo a favor para los espanyolistas, en un terreno impracticable, Gerard Piqué apareció para alimentar el morbo que precedió al derbi y silenciar al RCD Stadium. El central aprovechó un córner para cabecear a gol y marcar el tanto del empate, mandando callar a una hinchada que le había silbado durante todo el encuentro (1-1).

El gesto en la celebración indignó a la afición y a alguno de los jugadores rivales, incluso generando una trifulca minutos después tras una entrada de Gerard al defensa azulgrana. Entre discusiones, el debut de Carlos Sánchez como blanquiazul e intentos barcelonistas por llevarse el encuentro, los minutos finales fueron pasando sin que llegaran las ocasiones. El empate dejó a los locales a 8 puntos de los puestos de descenso, mientras que mantiene al Barça invicto después de 22 jornadas ligueras y ahora tiene 9 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Atlético. El Valencia se queda a 18, mientras que el Madrid sigue a 19 de los azulgranas.

Gerard Piqué defendió su gesto de mandar callar a la afición del Espanyol ante “los insultos” a su familia, en un derbi caliente en parte por sus declaraciones sobre el cuadro blanquiazul, al que insiste ve “cada vez más desarraigado de Barcelona”. “Decir que son de Cornellà es obvio, lo dije el otro día. Cada vez están más desarraigados de Barcelona, tienen un propietario chino y todos sus consejeros son chinos. Se quejan de que diga esto y no investigan los insultos a mi familia”, dijo el jugador azulgrana. “Mandar callar era lo mínimo que podía hacer. Una parte de la afición se dirigió a mí y a mi familia, desde hace ya un tiempo. Conozco a muchos ‘pericos’ que son buena gente, pero si los de arriba no denuncian quedan todos igual. Todo tiene un límite. Esto es un derbi y esto es así”, afirmó. El derbi llegaba marcado por el intercambio de recados desde el cruce en la Copa, cuando Piqué les llamó “Espanyol de Cornellà”. “No hace falta que se gasten el dinero diciendo que son de China, Italia, España y Tabarnia, son lo que son. Sé que dolió pero lo que ellos dicen también duele y fue la manera que tuve de devolvérsela”, finalizó Piqué.

Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.

Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.EFE

Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.

Luis Suárez controla el balón junto a Aarón Martín, del Espanyol.EFE

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