Austin, territorio Màrquez

Marc Màrquez alargó su idilio con el Gran Premio de las Américas, que ayer ganó por sexta vez consecutiva y, como siempre, con una autoridad insultante. Después del incidente con Valentino Rossi en Argentina, donde sumó su primer ‘cero’ de la temporada, y la penalización del sábado que le dejó sin pole, ayer en Austin, donde solo han visto ganar al de Cervera, sumó su primer triunfo del año para dejar bien claro que, a pesar de todas las penalizaciones que le pongan, el que manda es él. Tras el ‘cero’ de Cal Crutchlow, la quinta plaza de Andrea Dovizioso (Ducati Desmosedici GP18) le permite al italiano ser líder del Mundial con un punto de ventaja sobre el leridano.

Ni la penalización de perder tres posiciones en la formación de salida pudo con Marc cuando se apagó el semáforo, pues como un auténtico misil se coló entre sus rivales, sin que Maverick Viñales, que salía primero, ni el francés Johann Zarco (Yamaha YZR M 1) pudieran evitarlo. Andrea Iannone (Suzuki GSX RR), segundo en los entrenamientos, se situó líder, pero apenas duró media vuelta, hasta que el piloto de Honda vio el hueco necesario para pasarlo sin problemas y así evitar una nueva penalización, que parecen estar convirtiéndose en sus “compañeras de viaje” en este inicio de temporada.

“Tenía ganas de hablar en la pista, que es donde se me da mejor”, indicó tras las penalizaciones recibidas

Màrquez tardó doce curvas en ponerse líder y a partir de ahí completó la primera vuelta ya en cabeza para comenzar a marcar su ritmo, mientras por detrás se iban colocando todos sus rivales, primero Iannone, inicialmente pegado a él, después Viñales, Crutchlow y Valentino Rossi. Dani Pedrosa (Repsol Honda RC 213 V), que salía noveno, recuperó una posición en la primera vuelta y se colocó en cola del grupo de cabeza sin demasiados problemas para intentar aguantar el ritmo sin forzar la mano derecha, todavía en unas condiciones muy precarias tras la intervención quirúrgica.

Iannone intentó al menos en una ocasión doblegar a Màrquez, pero se coló en la curva once y el leridano recuperó la primera plaza. A partir de ese momento optó por forzar su ritmo para escaparse irremisiblemente en pos de su sexta victoria consecutiva en el Circuito de Las Américas. Tras Marc e Iannone se quedó el dúo de pilotos oficiales de Yamaha, Viñales y Rossi, con un cuarteto detrás de ellos integrado por Zarco, Dovizioso, Crutchlow y Pedrosa, con Jorge Lorenzo un poco más rezagado. En la séptima vuelta, Viñales superó a Iannone y se situó segundo, pero ya con más de cuatro segundos de desventaja sobre Marc y sin que tras ellos se produjesen más cambios de situación destacables.

Una vuelta más tarde, la carrera perdió delante a uno de sus protagonistas, el hasta ayer líder del Mundial, Cal Crutchlow, quien se fue al suelo en la curva de entrada a la recta de meta si bien pudo arrancar su moto y continuar desde la vigésimo primera posición (acabó decimonoveno). La victoria de Màrquez, la sexta consecutiva en Austin y la décima en territorio estadounidense, fue incuestionable, con un bonito recordatorio al fallecido piloto estadounidense Nicky Hayden al llevar durante la vuelta de celebración del triunfo una bandera de los Estados Unidos con su dorsal ‘69’. “Nicky era un gran amigo mío. Era un gran piloto de Honda y una figura dentro del paddock. Y ganar así en América era algo bonito de hacer”, dijo sobre la vuelta de honor. En cuanto a la victoria, fue claro: “Tenía una motivación especial en esta carrera. Tenía ganas de hablar en la pista, que es donde se me da mejor. Creo que lo he hecho bien y ahora a seguir así en las carreras de Europa”, afirmó.