El Puigvertenc, campeón

El Puigvertenc superó al Alguaire en la final del Trofeo Pepito Esteve (2-0) y acabó de la mejor manera posible su gran temporada.

Para llegar a la final, sufrió el Puigvertenc ante un Ponts al que solo pudo superar en los penaltis mientras que el Alguaire llegó tras vencer tanto en la ida como en la vuelta al Torregrossa.

Se preveía un partido igualado entre el tercero y el cuarto clasificado del Grupo XIII de Tercera Catalana, y el partido no defraudó. No había conseguido el Puigvertenc superar a su rival en la temporada regular (una derrota y un empate) pero lo consiguió el día en que se jugaban un título.

El encuentro comenzó con una fase de tanteo, nervios y con los dos equipos buscando hacerse con el control del balón. Aunque finalmente fue el Alguaire quien impuso su juego, el Puigvertenc llegaba con más peligro a la portería de Carlos Soldevila y cerca estuvo de adelantarse con dos balones al larguero antes del cuarto de hora. El partido iba creciendo en intensidad a medida que pasaban los minutos y la emoción se hacía sentir en las gradas ante cualquier acercamiento peligroso. Hasta que llegó el 1-0. El Alguaire seguía dominando sin encontrar el camino del gol hasta que una recuperación del Puigvertenc en su campo posibilitó un rápido contragolpe que culminó a la perfección Enric Bosch ante la salida de Carlos (1-0). Se habían jugado 37 minutos y el Puigvertenc se mostraba sólido en defensa y muy acertado en ataque. Más aún cuando solo 3 minutos después, y con el Alguaire intentando reponerse del gol, una jugada trenzada desde el mediocampo llegó hasta Allepuz para que este marcara el definitivo 2-0 demostrando una gran eficacia del Puigvertenc.

Los dos goles dejaron tocado al Alguaire, que esperó al descanso para situarse de nuevo en un partido que se le ponía muy cuesta arriba. El paso por los vestuarios sirvió para que ambos conjuntos trazaran una nueva estrategia que, de nuevo, funcionó mejor para el Puigvertenc.

Con dos cambios por equipo se volvió al terreno de juego. Esta vez con posesión para el Puigvertenc, que intentó controlar el balón sin sufrir demasiado atrás gestionando bien el partido. Pese a los intentos del Alguaire y los cambios que propuso su técnico, la jugada más clara de peligro llegó en los últimos minutos con un penalti que pudo recortar distancias pero que Guillem consiguió detener. Fue la última ocasión de un Alguaire, que pese a la derrota, ha hecho una gran temporada.