Finalistas 'in extremis'

El Cadí La Seu se clasificó ayer para su decimocuarta final de la Lliga Catalana después de vencer al Sant Adrià (63-62) gracias a un triple de Andrea Vilaró cuando faltaban tres segundos para el final. La barcelonesa fue la artífice de la remontada urgelense, que llegó a perder por 15 puntos después de encajar un parcial estratosférico de 2-26, en un partido loco que durante la mayor parte estuvo bajo el control de las barcelonesas.

Y eso que el Cadí comenzó arrollador. Un parcial de 9-0, con Bahí (5 puntos) y Kraker (4) estelares, obligó a la entrenadora del Sant Adrià, Gloria Estopà, a pedir el primer tiempo muerto cuando solo habían transcurrido dos minutos y medio. Las barcelonesas subieron dos marchas y el Cadí bajó una, lo que motivó que las diferencias fueran reduciéndose hasta la mínima expresión (15-14, m.10), después de encajar un parcial de 2-10.

Kraker, con 16 puntos, Vilaró y Hempe, ambas con 10, aguantaron al Cadí en la parcela ofensiva

La sangría no acabó ahí. Las de Bernat Canut, que iban acumulando imprecisiones sin parar en ataque, mientras que en defensa eran un coladero, tocaron fondo en el ecuador del segundo acto. Otro parcial demoledor, ahora de 0-16 (el global era ya de 2-26), permitió al Sant Adrià doblar a su rival en el marcador (15-30). Dos canasta seguidas de Aijanen rompieron la sequía que duraba ocho minutos y el Cadí llegó al descanso vivo (21-31).

A la vuelta de los vestuarios, la diferencia se estabilizó en los cinco y siete puntos, con un Cadí algo mejor pero sin la capacidad suficiente como para voltear la dinámica. Fue en el último cuarto cuando las leridanas creyeron en la remontada, lideradas por una excelsa Andrea Vilaró. Cinco puntos consecutivos de la barcelonesa, con triple incluido, situaron la desventaja a dos puntos (53-55) con tres minutos y medio por jugarse. El tiempo muerto del Sant Adrià no dio sus frutos y Hempe, otra de las destacadas ayer, anotó un triple con algo de fortuna que ponía en ventaja al Cadí después de muchos minutos. El Sant Adrià aún se pondría cuatro arriba faltando solo 53 segundos, pero una canasta de Kraker y un triple casi en el último suspiro de Vilaró obraron el milagro.