Empate de locos

El Lleida Esportiu consiguió un resultado tan espectacular como poco frecuente en la Segunda División B (4-4) en un extraño parftido en que los errores defensivos se encadenaron con los aciertos de los delanteros de ambos equipos para irse a los vestuarios, al cabo de los noventa minutos, repartiéndose ocho goles, hecho que no satisfizo a ninguno de los dos equipos pero que deja a los de Gerard Albadalejo como líderes a la espera de la jornada de hoy domingo. Como dato curioso, remarcar que la estrella del partido fue un delantero surgido de la cantera leridana, pero que nunca vistió la camiseta del primer equipo y que era la primera vez que se enfrentaba al Lleida en partido oficial. Adrià De Mesa fue capaz de firmar un hat-trick en los primeros cuarenta y cinco minutos y aún obtuvo un cuarto gol (con 0-0) que fue anulado por el colegiado, muy protestado por los dos equipos.

El Lleida, que ayer jugó con la senyera, acusó en demasía la ausencia de Tano Bonnín, convocado por la selección dominicana, y fue un desastre en defensa, sobre todo en el primer tiempo, desbordado siempre por la misma jugada; balones largos del portero local buscando la espalda de los centrales para aprovechar la velocidad del goleador De Mesa, Con todo, y tras el gol anulado –muy protestado por el público local– y un cabezazo de Laguarta (11’) llegó el 0-1 en el primer remate de los de Albadalejo. Una falta que botó Mousa y que, tras una serie de rechaces, Noel Carbonell acabó enviando al fondo de las mallas del Ejea. Y a partir de aquí, el partido enloqueció por completo. En un minuto, De Mesa marcó dos goles, el primero, imperdonable por los despistes de toda la zaga, y el segundo, con un remate a la escuadra superando por velocidad a César Soriano, que ayer estuvo desconocido, y Joan Oriol. El Lleida acusó el mazazo y anduvo a la deriva unos cuantos minutos hasta que volvió a eqilibrar el marcador gracias a una impecable falta directa mandada por Juanto Ortuño a la mismísima escuadra. Antes (33’), Pedro Martín no llegó por muy poco a un medido pase en horizontal de Mousa desde la línea de fondo. Pero al Lleida le faltó aplomo para conservar ese 2-2 y al minuto siguiente volvió a encajar otro gol. Nuevo balón largo que controló De Mesa para ajustarlo al palo largo de un sorprendido Pau Torres.

Lo espectacular del marcador poco habitual en la Segunda B y la capacidad de reacción del Lleida hasta el final

El segundo tiempo se inició con el Ejea dando un paso atrás para intentar sorprender a la contra. El exazul Diego Suárez (50’) lo intentó desde fuera del área, pero su disparo se fue por encima del larguero antes de que que Alpha y Quintero revolucionaran el partido y Pedro Martín (71’), en posición dudosa, estableciese el 3-3. Después, el partido se volvió a romper con un riguroso penalti que transformó Lafita (77’) antes de que Mousa (82’) estableciese el definitivo 4-4 y Loscos evitase el 4-5 en un gran remate de Alpha (86’).