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Douglas Luiz controla el balón ante Campaña, ayer durante el partido en Montilivi.

Douglas Luiz controla el balón ante Campaña, ayer durante el partido en Montilivi.EFE

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El Girona está con pie y medio en Segunda A. Ayer cayó en Montilivi ante el Levante (1-2), que sí selló definitivamente la permanencia, en un partido en el que se avanzó en el minuto 60 con un gol de Stuani. No obstante, los valencianos dieron la vuelta al marcador, anotando Bardhi el gol definitivo en el minuto 87.

El dominio del Girona dejó de ser incontestable con el paso de los minutos en un Montilivi convertido en una auténtica caldera al son de ‘Girona és de Primera’. La ausencia de ocasiones claras fue la nota dominante del primer tiempo. La igualdad reinó hasta el minuto 60, cuando Stuani desató la euforia al cazar, en la frontal del área pequeña un rechace. El Girona recuperó la esperanza con el tanto, pero Morales, asistido por Pedro López, resucitó sus fantasmas tan solo dos minutos después (1-1). Los rojiblancos estuvieron cerca de volver a ponerse por delante, pero fue Bardhi el que firmó el 1-2 final.

El Girona afrontará la última jornada con la obligación de vencer al Alavés para soñar con una salvación que solo se hará realidad si el Celta pierde en Balaídos ante el Rayo, ya descendido. Y, puesto que el average está empatado, con el ojo puesto en la diferencia total de goles, un escollo insalvable. Actualmente, es de –9 para el Celta y de –15 para el Girona, por lo que, además de esperar una derrota en Balaídos, el Girona tendría que marcar ante el Alavés 6 goles más de los que marquen los vigueses.

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