Estados Unidos reina de nuevo

Estados Unidos cumplió ayer con los pronósticos y conquistó su cuarto título mundial de fútbol femenino en ocho ediciones disputadas (1991, 1999, 2015 y 2019). Las de Jill Ellis se impusieron por 2-0 a Holanda en la final disputada en el Parc Olympique Lyonnais.

La campeona de Europa jugaba su primera final en su segunda participación en un Mundial y apenas consiguió inquietar a una selección estadounidense con mucho más oficio. Las norteamericanas, sin embargo, no consiguieron abrir el marcador hasta la última media hora de juego.

Las holandesas resistieron el empuje inicial de su rival, que durante todo el torneo habían marcado siempre en los primeros 15 minutos. Gran parte del mérito de ello fue de la guardameta Van Veenendaal, la mejor de las suyas. Holanda se adueñó del balón en los primeros minutos, pero no conseguía generar peligro. Poco a poco, pues, la favorita fue inclinando la balanza a su favor, aunque tampoco las americanas conseguían desatascar el juego. El primer tiempo, acabó de esta forma sin goles y sirvió a ambos conjuntos para tomarse las medidas.

Tras la pausa, un justo penalti de la azulgrana Van der Gragt, con intervención del VAR, acabó con la resistencia de las oranje que encajaron el 1-0 por medio de la capitana estadounidense, Megan Rapinoe, designada después Balón y Bota de Oro del torneo y MVP de la final.

Poco después, Rose Lavelle hacía subir el 2-0 en el marcador con un espectacular disparo desde la frontal que acabó con la resistencia holandesa. Las oranje, hundidas, ya no pudieron hacer más que resistir el vendaval en los 20 minutos restantes para que las estadounidenses volvieran a levantar un título mundial y agrandaran su leyenda.